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Mostrando entradas de 2021

Un brindis

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  Hoy brindo por todas, este año ha sido terrible, perfecto, gracioso, amoroso, sorprendente, mágico, he llorado, amado, reído y me perdí, me encontré y me volví a abrazar. Hoy brindo por todas, estamos vivas, estamos juntas pesé a ideas románticas de sororidad o malinterpretaciones de la enemistad femenina. En un 2021 que parecía eterno, donde la incertidumbre nos atravesó muchas veces, la angustia por un futuro incierto y los reencuentros que estuvimos aguardando por meses. En el 2021 nos volvimos a abrazar, nos reencontramos y por un momento los meses anteriores nos parecían un sueño o una pesadilla. Volvimos a recorrer las calles, carreteras y cielos, había olvidado lo que significaba hacer maleta y emprender una aventura, las primeras veces nos volvían a saber a eso, a una primera vez. El 2021 también fue de muchas lágrimas, de amistades que se fueron, de proyectos que se quedaron en ideas, de reconciliaciones que no se lograron, de palabras que dolieron hasta el alma y mi

Miedo

  Le dije que tenía miedo, llegué preguntando sobre las relaciones y se me hizo un nudo en la garganta. Me es difícil dejar mi historia, pienso en mí y en mí historia, mi familia, aprendimos a simular aparente paz, la realidad es que no éramos felices. Desde ahí ¿Cómo construyes pensándote con la otra persona? Miedo, incertidumbre, compromiso, prejuicios, vínculos. El miedo me hizo llorar esa tarde, se lo dije, en mi mente no quería volver a verme como ese abril, acuclillada en la esquina en estado de shock, los siguientes meses la experiencia de lo aprendido me ayudó a ser la mejor actriz, no me pasaba nada, por dentro estaba destruida. ¿Cómo construyes desde ese miedo? Te das cuenta, me dijo, has formulado tus expectativas en negativo, no es que estés mal, es algo aprendido, pero fíjate como aún no pasa y ya estas predisponiendo. ¿Y si vives? Armazón, caparazón, armadura, profesión, seguridad, defensa. Protección… eso era lo que buscaba, protegerme, ¡claro! Por qué es

Cinco escenas, una pausa.

  Primera escena Extrañaba pasar mis dedos sobre las teclas mientras la pantalla brilla y la lista de música se reproduce, recuerdo que desde muy joven las palabras han fluido, he tenido mis momentos de mayor o menor creatividad, encontrar un rincón para expresar y otras tantas para desatorar lo atorado. Había ocasiones donde la noche fue mi mejor aliada, otras al no tener un “cuarto propio” (claro, ya cuestioné el cuarto propio como privilegio para la creación) me resguardaba en un rincón dentro del baño de mi habitación, era el lugar más callado en aquellas noches de euforia familiar. Hace un mes dejé de escribir para mí y dejé de compartir para ustedes, me saturé. Me saturé, no sólo por una agenda con muchas actividades, sino porque era mucha la información que tenía en mi cabeza, mucho lo que sentía en mi corazón. Pausa.   Segunda escena Y entonces me vi, caminando despreocupada un sábado a mediodía en pantalón deportivo y chamarra de mezclilla, con la cara lavada

La pastilla

 Esta es la primera vez que cuento esta experiencia, el recuerdo llegó a mi hace poco, hasta hace poco comprendí lo que había significado para mí. No recuerdo si tenía 19 o 20 años, recién empezaba mi vida sexual con un novio en aquel entonces de la universidad, todo me parecía nuevo y lo disfrutaba poco –duele confesarlo ahora- cada que nos besábamos, que me penetraba, que lo sentía recordaba las frases de las monjas “tu cuerpo es para servir a dios” , lo que me decía mi madre de no salir con un domingo siente, de lo mucho que criticaron a las vecinas de toda la cuadra que “salieron” embrazadas cuando estaban apenas en la secundaria o prepa. Era una buena hija católica de educación sexual nula, un miedo a lo desconocido. En una de esas veces, a mi pareja se le salió el condón, ahora que lo pienso la verdad no sé si lo que hizo fue quitárselo antes, no me di cuenta y no lo mencionó (a esa práctica de violencia sexual se le conoce también como Stealthing), cuando me di cuenta para m

Muy chida tu paridad ¿y luego?

  Hace 68 años las mujeres en México, logramos –sí porque fueron mujeres organizadas y desde diferentes espacios que exigieron el voto- el reconocimiento de nuestros derechos político electorales. A partir de ese año se dio un proceso, social, político, estructural para que más mujeres participaran.   Hoy debemos cuestionar el movimiento paritario, ese que usa los colores y palabras del movimiento feminista pero que en la práctica hemos visto que más mujeres en puestos de poder no ha significado un avance real en la agenda. Y ojo, no estoy criticando a las personas, sino al movimiento que por un lado apunta a ser feminista, pero por otro lado sigue reproduciendo un discurso opresor, ¿alguien vio ese tuit donde una mujer con amplia trayectoria pedía a los congresos que no usaran la palabra “personas gestantes” que la corte ya emplea? Ya logramos la paridad, ya tenemos mujeres ¿y luego?, ¿en qué momento hablamos de derechos para todas? Decir que ahora los Congresos, cámaras, cabi

31, me acompañé

  Cada año en mi cumpleaños escribo un post en este blog, comparto reflexiones sobre el nuevo año de vida, los retos, las idas y venidas del nuevo año. Los 31 me trajeron una pausa creativa, un exceso de trabajo y una serie de fotos. Una semana después escribo estas líneas.   Lo importante de llegar a los 31 fue que nunca en 31 años había pasado ese día conmigo misma, acompañándome, abrazándome, festejándome. Cada año, buscaba la forma de reunir amistades y familia, en ocasiones amontonaba todo para ver a todo mundo, era un caos muy bien planeado. Este año, no lo quería. Decidí pasar el inicio de los 31 conmigo misma, si no estoy bien conmigo cómo estaré bien para mí y con las demás personas. Así he decidido vivir mi vida, conmigo misma, más allá de las amigas, de la compañía sexo afectiva, de la familia por decisión, las personas van y vienen, pero yo estaré conmigo misma siempre. No fue sencillo, ¿cómo que vas a pasar ese día sola? Me puse perfume, estrené un saco y me fu

Soy, fui, ¿seré?, machista

  Primer acto: reconocer. Fui machista. Durante varios años lo he sido, ahora, me avergüenza, reconocerlo es importante porque me hace al menos, más honesta conmigo. En muchos espacios he dicho que también yo he sido (seguramente sigo siendo) machista, ahora más que machista creo que como mujer con privilegio ejercí opresión frente a otras mujeres. Adopté características masculinas de poder para competir con otras, para tener la aprobación y validación de quienes estando en el poder me decían que era la única mujer que aceptaban en su grupo. Y lo fui, lo fui por varios años y me sentía orgullosa de serlo. A las que llegaban las asustaba, las apartaba, y ejercía en ellas todo el poder que ellos ejercían en mí para demostrar que yo era la aceptada en el grupo. Reconocimiento era lo que quería, quería lo que ellos tenían, respeto, me negaba a ser vista como la mujercita. Me recuerdo así, de por sí ya tenían varios años usando el cabello corto, mi vestimenta era lo que podemo

Carta a la LXV Legislatura

Una nueva legislatura está por iniciar actividades, personas que fueron electas mediante el voto o asignadas como plurinominales por sus partidos en las pasadas elecciones iniciaran un nuevo periodo legislativo en el Congreso. Su toma de protesta llega en un momento muy importante para la sociedad, hoy nos cuestionamos más porque hemos normalizado por años conductas y comportamientos que violentan, discriminan y agreden a personas que no forman parte de los grupos privilegiados, que son discriminados por cómo se ven, piensan, por lo creen, sueñan, por como aman. Al tomar protesta recuerden que su trabajo debe ser apegado a los derechos humanos, desde la laicidad, transparencia, progresividad y respeto. Después del trabajo realizado por Congresos anteriores, es urgente no comentan los mismos errores, que corrijan el desastre que se deja en muchísimos temas y saquen todos los pendientes que han ido acumulando. Hoy tenemos que ver como si podemos hacer las cosas bien los siguientes

Sextorsión, Suplantación de identidad y ¿tienes Onlyfans?

    El acceso a internet ha facilitado el ejercicio de derechos, nos acerca a información, creamos o participamos de redes comunitarias virtuales, compartimos experiencias y nos acerca a lugares que jamás pensamos ver solo con un clic. Lamentablemente usar estas herramientas de forma negativa ha llevado a que agresiones, violencia, discriminación y delitos se reproduzcan también desde “la red”. Hace unas semanas nos empezaron a llegar solicitudes de apoyo de mujeres quienes nos decían que alguien les había hecho un perfil de Onlyfans, ante el miedo de lo que representa hoy en día la exposición de nuestros cuerpos, buscaron apoyo. Dos de las violencias que se han vuelto muy comunes y que siguen un modo de operar muy similar tienen que ver con la suplantación de identidad y la extorsión con fines sexuales también conocida como sextorsión. Haciendo uso del phising sustraen información, dinero a partir del registro a cuentas inexistentes, en su camino las víctimas son engañadas.