Días de lluvia
Llovía adentro de la vieja casa convertida en instituto, -llovía…- esperábamos en silencio la legada del profesor de critica literaria en la esquina del salón de altas paredes uno de los chicos leía su grueso libro, solo una portada morada de entre las palabras, y yo cinco sillas el silencio de la radio con sus baladas románticas y corta venas. Uno a uno de los compañeros llegaron –pero no todos- la lluvia proseguía su rutina mojando todo a su paso… El salón se baño con cada gota que caía, y en medio del silencio el profesor apareció hecho un fideo mojado hasta los calcetines, sacudió los tres libros que traía bajo el brazo y después de un hola acompañado del eco del lugar prosiguió: ¿Qué es la literatura?... Horas antes había salido de casa sin muchas ganas de asistir al taller, tal vez fue la lluvia la que despertó el gusto por retornar… La clase continuo acompañada de truenos, charcos y debates… salimos con la mente iluminada por las nuevas expectativas y la tarea sonante, la lluvia