Bien peinada y el Infierno
Desde pequeña me enseñaron a buscar la perfección: siempre bien planchada, bien vestida, las medias derechitas y siempre blancas, los zapatos boleados, bien peinada, uñas cortas, siempre hay que llevar toda la tarea no importando que fuera, decir por favor y gracias, denada, el respeto a los adultos y bueno todas esas normas que durante años me enseñaron y aprendí al pie de la letra y que ahora a mis años sigo cumpliendo. Ahora que me doy cuenta de esto reconozco que parte de mantenerme bajo la custodia paterna osea en casa temprano es lo que me ha formado como soy, no es reclamo ni mucho menos exigir que me traten de forma diferente, así me educaron y así también yo acepte vivir, pero llegar a mi edad y nunca haber llegado a casa con las frescas de las 4 o 5 de la mañana, es raro. Cuantas veces nos preguntamos el que hubiera sido, yo si, toda una vida he sido así, tras lo bien planchado y el gracias puede estar la rebelde sin causa, no lo creo. Una maestra de la uni me dice “super ño