De pequeña

Cuando peque, quería usar una bata blanca y eso curiosos zapatos blancos que parecen de duende, quería darle a mi abuelita gotitas sabor fresa como a mi muñeca y curar el dedo de mi papá como lo hacia con el oso de peluche, Candy fue la culpable de que quisiera dedicar mi vida al cuidado de los desprotegidos, una año después conocía a mi maestra de kínder, una gran mujer con su bata azul de bolitas, ese año el día de los disfraces fui una maestra, use unos enormes lentes de marco rojo, una bata como la de mi maestra solo que chiquita y claro con la ayuda de mi gis, enseñaría a las barbies todo lo que sabia sobre las figuras geométricas y los colores.

Pero el tiempo paso y me canse de enseñar, así que influenciada por los Power Ranger y enamorada de Tomy, decidí que sería una Power Ranger , defendería al mundo de cualquiera que quisiera dañarlo, pero después de pensarlo mucho me di cuenta que el trabajo de heroína era toda una lata, “¿que el mundo no se puede quedar a salvo aunque sea un minuto para ir al baño?” así que con eso descarte también mi idea de vestir una armadura y ser parte de los caballeros del zodiaco.

Sin saber a que dedicarme, pase los siguientes años tratando de conquistar al mundo con mis fallidos experimentos de aguitas de colores, mis perfumes de flores no tan naturales, mis pasteles de mazapán cubiertos de dubalin y embarrados de salsa valentina.

Gracias a mi curiosidad descubrí en el gran libro de ciudades pérdidas, ruinas y vestigios maravillosos, con ayuda de mi maestra de primaria y el confiable libro de naturales decidí que seria una Paleontóloga para descubrir los fósiles de Atlantis y esqueletos de extraterrestres que habían caído por error a la tierra en épocas pasadas, pero lo único que descubrí fueron los huesos del que una vez fue un canario.

Interesada por país y viendo que se me daba eso de hablar, debatir y la gente confiaba en lo que decía, tome rumbo hacia una campaña para ser Presidenta, mi lema de campaña sería “Por que México merece sonreí Aki para presidenta”, en mi gobierno todos comerían pastel y tendrían vacaciones gratis, mandaría hacer billetes de 20 y 50 de color rosa con mi cara, pero me di cuenta que no quería que la gente me odiara por no cumplir alguna de mis promesas así que desistí de la Presidencia y dado que las matemáticas se me daban tome el camino de la Economía, había decidido que viviría en la bolsa de valores y en el noticiero de la noche daría a conocer como estaba la economía del país, pero morir joven por los sobresaltos de las perdidas de la bolsa no estaba en mis planes.

Por mis venas aun corrían las ganas de ser heroína y salvar a los desprotegidos así que me incline por ser Abogada, Diputada y Senadora, fue en ese momento cuando descubrí mis dote mágicos para cautivar a las personas por medio de la palabra escrita, así que di la vuelta a mis planes para convertirme en escritora, fue en esos tiempos cuando pase a ser la hippie, la ecologista preocupada por el cuidado del mundo.

Con el tiempo descubrí la radio, la tv, no se diga el trabajo en los medios impresos, me cautivo la voz dela radio y la pasión por ser la voz de los sin voz, de escritora pase a ser la periodista que es censurada por el director de la secundaria.

En no más de quince años pase de ser Enfermera, Maestra, Heroína, Científica, Cocinera, Paleontóloga, Presidenta, Economista, Abogada, Diputada, Senadora, Escritora, Ecologista, para convertirme y formarme en una comunicóloga que no olvida sus raíces.