Crónica de un hospital 3er - Esperar
Lo más aterrador durante esas seis horas en el pasillo del quirófano fue escuchar a lo lejos las llantas oxidadas de la camilla que se avecina veloz, a lo lejos antes que cualquier ojo humano pudiera verla, la camilla con un percutido colchón verde entraba y salía del quirófano.
Todos, familiares, amigos, personas que coincidimos en ese lugar aguardábamos en el silencio escuchar el nombre de nuestro paciente, ver entre las sabanas un rostro adolorido, un rostro familiar, pero nada, solo recibíamos un “ya mero sale”.
aaay que desesperantes son esas esperas, son como para volverse locooo de nervios!!!
ResponderEliminarSaludos y feliz finde!!
xD
y como salio?
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