Mi Abue
Hace ya un rato que no visitaba a mi abuela materna, mi madre se ha ido a asar algunas noches a la semana para ayudar a mí tía y cuidarla, sobretodo por que últimamente ha estado más enferma y delicada.
El sábado por la mañana me disponía a continuar con un fin un poco común y corriente, le había levantado temprano (para ser fin de semana) y prepare el desayuno a mis hermanos, casi a las 11 de la mañana me habla mi madre por teléfono diciéndome que fuera junto con mis hermanos a visitar a mi abue, la veían cada vez más triste.
No recuerdo cuando murieron mis abuelos (tanto el paterno como el materno) era aun muy pequeña, lo único que recuerdo de mi abuelo paterno es que no me dejaron entrar a su habitación.
Antes de llegar a casa de mi abuela, hicimos una parada a comprar un ramo de flores, rosas, claveles todo en color rosa y blanco.
Al llegar nos encontramos con unas tías o primas, de esa familia que uno no sabia que tenia hasta que la conoce, creo que para cualquier persona que conozca que una persona esta enferma y empieza a ser visitada no es buen presagio.
Camine junto a mis hermanos hasta la habitación donde se encontraba, ¿Cuántas veces no había recorrido ese mismo trayecto, cuantas veces había visto las fotos familiares de todos cuando éramos niños, cuantas veces?, pero ahora todo era diferente, en la gran habitación de mi abuela había una silla de ruedas, una andadera, una silla con baño incluido y demás objetos, el librero tenia sus medicinas y estampitas y ella recostada en una cama, boca arriba…
Sus cabellos chinos grises y blancos brillaban con los rayitos que se colaban de entre la ventana, su cuerpo inerte apenas se movió cuando nos vio llegar.
“Hola abuelita, como has estado, mira le trajimos estas flores, apoco no están muy bonitas”… ni sus ojitos abrió o si los abrió apenas lo perceptible para distinguir a la figura frente a ella.
Creo que ninguno de mis hermanos, ni yo misma me imaginaba lo que pasaría, guardamos silencio y nos sentamos en el borde dela gran cama de la que muchas veces nos aviamos caído, miles de imágenes de aquellos tiempos de los tiempos pasados donde todo era diferente venían a mi mente, ya no esperaba la tan ansiada cita, solo la veía hay tendida en la cama, esperando.
Mi madre me hablo a la habitación contigua, me pregunto como la veía, “mal” le respondí, tus tías y yo hemos decido que se quede en casa, no la llevaremos al seguro social, si la llevamos sufrirá mucho…
Mi abue era de los latos de Jalisco, lugar donde también nació mi madre, mi abue se curtió con la tierra del campo y tuvo una infancia educada para estar en el hogar, atender a la familia, cuidar al esposo y criar a los niños.
Conoció a mi abuelo ya viudo y después de casarse varios años después huyeron a Aguascalientes (esa es otra historia).
Educo, crio, alimentó y protegió a una familia tal cual se lo habían enseñado, ella creció y vivió en otros tiempos, tiempos en los que el esposo manda y la tele no era la niñera.
La imagen que tengo de ella es la abue que preparaba el fideo más rico en la fas de la tierra, el chile de molcajete más picoso, la que siempre que comíamos decía “el que come y habla loco se levanta”, que siempre recibía a la familia con los brazos abiertos y despedía a todos los difuntos de la cuadra.
Hoy la vi como nunca creí verla, ahora solo nos queda esperar…
Así estamos también nosotros aki... esperando.
ResponderEliminarMadre mía Aki, se me ha encogido el corazón miestras leía tú post, pufff!!! se me hacia que veía a mi abuelita, qué triste es saber que no se puede hacer nada y solo nos queda esperar, me alegro mucho de que hayas podido ir a verla, aunque ella no se haya podido levantar estoy segura que estaba muy feliz y agradecida por haber ido junto a ella y haber estado aunque sea un ratito.
ResponderEliminar=)
Un abrazo fuerte Aki.
hijole son de las cosas que no puedo opinar debido a que tengo un horrible modo de ver estas cosas, pero espero que bueno la disfrutes mientras puedas y esperar a que todo mejore
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