Hay días en los que no quiero ser mujer
Si me hubieran dicho desde el inicio todo lo que implicaba ser mujer hubiera cambiado de parecer, no es que me queje de las maravillas genéticas, fisiológicas, morales y etc; que se adquieren al ser una “mujer”, pero como dijo la filosofa Simone de Beauvori “La mujeres no nacen se hacen”.
Nuestra vida femenina en el mero sentido físico es un camino tortuoso que inicia a desarrollarse entre los 11 y 13 años:
- Cambios físicos (crece todo de manera tan espontanea)
- Cambio de carácter
- Espinillas, granos y demás erupciones faciales
- Entre los cambios físicos esta el sudor, hay que destacar que al inicio si nos saca de onda
- Y la no tan esperada regla, menstruación o como quieran llamarle.
Cuando a mi me bajo por primera vez tenía apenas 11 años, curioso pero no me espante, no grite o llore, yo oculte mi pantaleta para que no la viera: la enrolle entre unas playeras sucias supuse que al meter toda la ropa a lavar esta también se lavaría, interiormente o subconscientemente no quería cruzar la línea (verdaderamente delgada) entre ser una niña y una mujer, inútil fue esto pues mi madre la encontró y de hay en adelante ya han pasado muchos años de eso y cada mes regresa a recordármelo.
A partir de entonces en nuestra lista del mandado de cada mes agregamos toallas sanitarias, y hay del que se equivoque al comprarlas por que cada mujer se acostumbra a la marca, diseño, modelo, aroma, textura, color y demás características.
Y bueno no pueden faltar las dosis de pastillas o demás medicamentos que una debe tomar para calmar o sedar al cólico, seguro que muchas de sus madres eran o son aun de los fomentos calientes y el té, yo para esos casos prefiero tomarme mi pastillita para mantenerme sedada y poder continuar con mis actividades diarias, eso si nunca le hago el feo a una taza de té.
No se han dado cuenta que en esos días toda ustedes se descontrola, a mí por ejemplo:
- Dos días antes me pongo muy sentimental
- El primer día me enojo por todo
- Me da gripe o me enfermo del estomago
- El segundo día mi pelo no se deja domar
Y todo para que entre 25, 26 o 27 días después volvamos a empezar todo, una apenas se vuelve a adecuar al ritmo de vida “normal” para tener que volver a sacar las toallas, las pastillas y todo eso.
Pero bueno eso es parte de ser mujer, una parte que se les olvido advertirnos.
Ser mujer, es todo un cuento. Lo importante es que nunca nos van a entender y yo prefieron que no lo hagan, porque yo no me imagino al mundo lleno de personajes que no sienten ni siquiera el viento en sus caras. Ser susceptible en esos días nos hace esenciales para filosofar de la vida.
ResponderEliminarUn saludo! Gracias por pasarte por mi blog la última vez :)!
y que lo digas Aki, es un horror, yo también recuerdo mi primer vez, yo sabía que tendría que llegar pero no así, de sopetón! y si me asuste a pesar de todo, pensé de todo jaja... pobre, yo tenia 12 =) y cuando se enteró mi madre, buuuaaa otro papelón, recuerdo que estabamos haciendo unas compras en un mercado callejero y le digo yo, atenta:
ResponderEliminarQUE FEO HA SIDO ESTAR COMO USTED CON ESA COSA! mi mamá se da la vuelta y en voz alta me dice QUÉ??? quieres decir que te ha venido el periodo? y yo, más roja que un tomate, si, PERO NO GRITE Y SIGA ANDANDO =( qué vergüenza más grande por favor, qué mal, buuuaaa... no retrocedería el tiempo ni loca, me quedo donde estoy jajaja... es lo malo de no tener hermanas mayores creo yo.
Bueno ya te he contado mi experiencia y me ha dado un ataque de risa de mi misma =) toy como una cabritilla jejeje..
Besitos Aki, que disfrutes de tú finde!!