“Capacitación como inclusión a una igualdad de género en la participación política”
Esta aportación fue parte de un proyecto final para la Escuela Nacional
de Cuadros y fue realizado en colaboración con el Lic. Cesar Osvaldo Aponte Flores del Estado
de Colima
“Los avances que se traduzcan en
mayor igualdad de oportunidades para todos serán los mismos que logren
transformar a México” Plan Nacional de Desarrollo 2013- 2018, p. 43
En el 2013, se cumplieron 60 años de la participación de la mujer
en la política en México de poder de votar y ser propuesta y elegida en puestos
de representación popular, a partir de esto se realizan diversas modificaciones
a la ley, en el 2008 se establece una cuota del 40%- 60% (IFE 2008).
Actualmente la cámara de Diputados de la LXII Legislatura está
conformada por 183 mujeres de 500 curules disponibles, lo que representa un 37%
en presencia femenina en el Congreso y el Senado de la República está
conformado por 43 mujeres de un total de 146 integrantes lo cual es un 29.5% de
representación, y actualmente no hay ninguna gobernadora, pero a lo largo de
los años han sido 6 mujeres las que han gobernado estados como Tlaxcala,
Colima, Yucatán, Zacatecas y el Distrito Federal.
Lo anterior marca una clara inclinación de género en el ejecutivo
y federal, aún con las modificaciones previamente citadas, la cuota se ha
tomado meramente como un requisito y no cómo una tendencia, haciendo una
necesidad reforzar la apertura.
En ese mismo año, el Presidente, Lic. Enrique Peña Nieto, en la
carta de petición que envió al Presidente de la mesa directiva de la Cámara de
Senadores del H. Congreso de la unión, el Presidente señala:
“El objetivo es generar un proceso
de cambio profundo, que comience al interior de las instituciones de
gobierno e incentivar la participación y representación política
equilibrada entre mujeres y hombres. La presente iniciativa parte de
reconocer que en nuestro país, históricamente ha existido una marcada
discriminación por razón de género, lo que ha impedido a las mujeres el libre ejercicio de sus derechos, entre otros, los políticos, que reconocen la Constitución y diversos instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte.” (11 de octubre 2013)
discriminación por razón de género, lo que ha impedido a las mujeres el libre ejercicio de sus derechos, entre otros, los políticos, que reconocen la Constitución y diversos instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte.” (11 de octubre 2013)
Es decir, el ejecutivo propuso una reforma a la Ley Electoral que
incluyera que la cuota de género fuera del 50% - 50%, por consiguiente
lograríamos un poder legislativo más equitativo que por resultado; incluiría y
fomentaría más propuestas en temas de “mujeres” en sus agendas cotidianas.
Por otro lado, la teoría feminista nos dice que una cuota no nos
dará la igualdad, puesto que porque al contrario de lo que se piensa, la cuota
obliga por ley a los partidos a incluir mujeres como candidatas de
representación popular, pero no los obliga a prepararlas, capacitarlas y darles
las herramientas necesarias que exige un puesto de representación popular.
Es decir, los liderazgos femeninos, son pocos en cada estado, y
muchas de las interesadas aunque sean verdaderas líderes, mujeres capaces y
exitosas en sus carreras, no cuentan con una preparación en materia
administrativa y política, lo cual las deja en una muy mala posición política y
pone en riesgo el trasfondo de la reforma.
Una verdadera igualdad en puestos de elección popular será cuando
no se requiera de una “obligación en la ley” para que las mujeres sean
incluidas en la cantidad justa y en los puestos que quieran, por sus
conocimientos, capacidades y trabajo desarrollado. Por el momento la actual
cuota de género aprobada por la LXII legislatura nos pone a prueba y viene a
reforzar el camino a una nación equitativa e inclusiva.
Como parte de la lucha por la paridad e igualdad del gobierno
federal, para complementar el trabajo que se está haciendo, se incluyó en el
Plan Nacional de Desarrollo 2013 – 2018 (PND), en su segundo eje; “México
Incluyente”, su apartado 11.2, llamado; “Plan de acción: integrar una sociedad
con equidad, cohesión social e igualdad de oportunidades”, y ésta habla de dos
objetivos:
1.- Garantizar el ejercicio efectivo de los
derechos sociales para toda la población.
2.- Transitar hacia una sociedad equitativa e
incluyente
En este mismo documento en la estrategia tres, en las líneas de
acción de Perspectiva de género (pág. 113), en primer lugar se propone; “Fomentar la participación y
representación política equilibrada entre mujeres y hombres”, esta es la única línea donde se hace mención de la participación
y representación política de la mujer.
El PND nos indica que se debe fomentar la participación y
representación política de la mujer,
pero; las mujeres ya hacen política desde que son vocales de grupos,
presidentas de las sociedades de padres de familia, de sociedades
estudiantiles, seccionales, líderes de colonia, entre muchos otros. Las mujeres
¡ya hacen política!, mas su política es interna y de campo (es decir de calle,
práctica), contraria a la participación política del hombre: que es pública e
intelectual.
Una de las causales para esto es que las candidatas no cuentan con
los capitales intelectuales, para poder participar de manera más eficiente en la política partidista, las mujeres deben
sentirse incluidas y sobre todo capacitadas, por tal razón la propuesta gira en
torno a incluir una estrategia que garantice dicha capacitación integral,
abriendo oportunidades para las interesadas y logrando mejorar estructuralmente
nuestro sistema de estado desde su base competitiva:
“Fomentar la inclusión y
capacitación en herramientas y conocimientos propios de las labores y ciencias
políticas, lo que permita a las mujeres lograr una participación igualitaria en
competencia por su participación en la vida política del país y su sano
desarrollo democrático equitativo”
Dentro de las múltiples plataformas políticas encontramos un mar
de actores –en su mayoría varones- que
si bien no cumplen con las capacidades básicas (háblese de las incluidas en los
programas de educación básica), mucho menos llegan a contar con las necesarias
para la administración pública y el desarrollo de una nación democrática
(capacidades técnicas), sin ánimos de
discriminar y convertir que la condición de genero sea causa de desigualdad ;
el entorno de competencia política
interna que nos hemos encontrado resulta muy cómodo para sus actuales
actores, por ello; es necesario el poder
lograr que se demuestren un abanico de capitales políticos, habría que sumarle
las habilidades y capacidades personales al momento de la selección de
los candidatos a representar a los ciudadanos, más que como un requisito esto
sea una forma natural de selección de las plataformas actuales y futuras.
La pregunta obligada sería; ¿Es necesario qué desde el PND se
proponga está capacitación? Sí, porque es desde este plano que se está
promoviendo fomentar dicha participación y una cuota introductoria, además,
serán esas mujeres las que llegaran a puestos de representación y que sus
decisiones o propuestas afectaran directamente la vida del país.
Así mismo esta capacitación debe de bajarse directamente a las
plataformas políticas, estableciéndose de manera integra a sus documentos
básicos y el ejecutivo debe sentar las bases para el desarrollo social y
democrático de la futura vida política de la nación.
Esto
logrará una democratización política más amplia, en la que todos los
integrantes coincidimos que si bien es un inicio para un nuevo modelo más
representativo y eficiente, aún faltará motivar y fomentar la cultura y
participación política de algunas partes de la sociedad, pero esperamos que
este empoderamiento sea el parte aguas para comenzar a trabajar como prioridad
las necesidades políticas de nuestro país.
@AngieConter y @CsarAponte
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