¿Cómo se para un niño?, proyecto fotográfico Trasvestid_s
¿Cómo
se para un niño?, así no, se ve muy afeminado,
Si
me siento así y cruzo la pierna, no, me voy a ver muy niña, ¿muy niña?, sí ya
sabes muy “nena”.
A
ver así pongo cara de rudo, ¿cara de rudo?, jajaja sí de pocos amigos, de
enojado por la vida, así están los hombres ¿no?
Yo,
como muchas mujeres de mi generación y de muchas generaciones crecimos con
imaginarios, ideas, creencias y colores que nos han dicho que un hombre debe
verse de tal o cual manera, sí, construimos una imagen a partir de patrones de
comportamiento y actuar que nos han enseñado cómo se supone que debemos vernos,
pensar y actuar.
A las mujeres nos han dicho que debemos vestir de rosa, ser sensibles y vernos “femeninas”, también se han credo frases del domino popular como “corre como niña”, “no seas nena”, “compórtate como una dama”, todo, estereotipos de género que imponen cierto comportamiento.
Pero también nos han enseñado que verse, comportarse y sentirse hombre es diferente a como se ve, comporta y siente una mujer “los hombres no lloran”, “compórtese como un hombresito”, “es el hombre de la casa”, “parece bien que se ve maricon”.
Con
todas estas ideas, creencias y estigmas me pare frente a la cámara de Alicia
Cruz para participar en su proyecto fotográfico Transvestid_s,
me
puse una camisa café a cuadros, me despeine el cabello y despinte el carmín de
los labios.
“Travestidos” aborda la feminidad y masculinidad que en el fondo cada persona tiene, sin importar su identidad de género, fue un proyecto de exploración con la finalidad de romper estigmas sociales. Desde la primer pared del costado derecho, el pasillo, bajo el árbol, el salón del fondo y hasta en el baño, pueden observar colgadas las fotografías impresas en tela, que muestran a hombres travestidos en mujeres y viceversa. Reseña de El Diario
Creería
que por ser feminista me resultaría más fácil repensarme como hombre
heterosexual y posar sin estigmas, pero no lo fue.
¿Cómo
sería si fuera hombre?, ¿Quién sería?
Angie no es muy distinta a Ángel (si hubiera nacido con un sexo masculino creo que ese hubiera sido mi nombre), lo único que tenemos que nos diferencia es un cumulo de construcciones y recetas.
Crecí en una familia clásica familia conservadora de Aguascalientes, muchas veces escuche a mi padre como le decía a mi hermano que se comportara como un hombre y muchas veces renegué de que no me dejaran hacer algo por ser “niña”, no nos damos –ni nos dan la oportunidad- de ser y construirnos a partir de lo que vemos, creemos, y queremos ser.
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