Más vulnerables que nunca (nuestros derechos), así llegamos al Día de las Mujeres

Me fue muy difícil escribir este post para hoy en el Día Internacional de las Mujeres y la razón es que hoy en día tenemos miles de razones para salir a marchar, exigir, manifestarnos contra los gobiernos, autoridades, políticas y etc que tal parece que nos quieren calladas.

Han sido días muy complicados en la lucha por nuestros derechos, vivimos con la ansiedad e inquietud de saber que cualquier día alguien puede subir al  pleno y presentar una iniciativa de reforma que borre años de lucha, que otra persona puede dar una rueda de prensa y hacer un anuncio que termine con años de trabajo coordinado y organizado por parte de las mujeres y la sociedad civil y sabemos que día tras día mujeres son asesinadas, golpeadas, violadas por lo que nuestra vida y nuestra condición como mujer es muy vulnerable.

Al momento de estar frente a la lap escribiendo este texto es víspera del Día Internacional de las Mujeres, en un momento más estaremos recibiendo mensajes, felicitaciones, buenos deseos y no por ser mi cumpleaños, al contrario por ser mujer.

En este camino en la búsqueda del reconocimiento de nuestros derechos muchas veces nos topamos contra pared, hay días como los que acaban de pasar que la violencia me consume, y no, no es que yo sea una persona muy violenta pero leer, ver, saber, sobre la violencia que se ejerce a nosotras es agotador y me pregunto entonces si todo eso vale la pena.

Y sí, sí vale la pena cada desvelada, cada marcha, cada reunión, porque el trabajo que se hace es para nosotras y sobre todo para las próximas generaciones, para que mis sobrinas, ahijadas, para que las hijas de mis hermanas, para que todas las mujeres puedan gozar de los derechos que hoy yo no disfruto. Por ellas es la lucha y por ellas este día no tenemos nada que festejar porque  seguiremos exigiendo derechos y el respeto a los mismos.

Tenemos mucho por que luchar pero hoy también festejo la unión que hemos formado las mujeres, la sororidad, el apoyo  y la hermandad, no nos conocemos pero tenemos una causa en común que es la que nos une y por la que luchamos  juntas. Gracias por el trabajo que hacen día con día.