"Mujer guerrera" y el discurso que no pude decir


Mi querida Itzell, Claudia y El Diario Aguascalientes me propusieron (junto a otras compañeras) al premio “Yaocihuatl”, mujer guerrera.

De las propuestas yo junto a otras 6 fuimos las que quedamos en la recta final y hoy 10 de marzo se realizó la entrega de 4 estatuillas.

Hay una crítica a lo que significa recibir un premio por parte del gobierno pero también una crítica porque trabajamos mucho, nos exigen mucho más pero además no podemos –o no deberíamos- aceptar un reconocimiento. Con todas esas dudas y más me presenté en la entrega del premio tratando de ser lo más auténtica posible.

4 mujeres se llevaron el premio y que lindo fue conocer sus historias y causas. Felicidades!!!
Yo me quedo con el reconocimiento de mis amigas y de las personas que me han escrito –irónicamente- todas y todos me dijeron lo mismo “Con pañuelo verde jamás te iban a dejar subir ahí a dar un discurso”, “Traías tu pañuelo verde, jamás te lo iban a entregar”.

Me quedo con que los pañuelos hubieran salido en la transmisión en vivo, que supieran que los pañuelos y todo su significado estaban presentes y que soy incomoda.



Algún día portar un pañuelo morado y verde dejara de ser incómodo y nos verán como lo que somos mujeres luchando por todas.

Me pidieron que por si las dudas llevará un mensaje para agradecer el reconocimiento pero como no gané no me quiero quedar con las ganas de compartir el texto que escribí (si hice mi tarea) donde intenté en cada palabra plasmar muchas muchas cosas que no pueden ocultar con un evento de luces y que era necesario que alguien lo dijera, pero como no lo dije en televisión ahora lo digo en mi blog y en las redes.


Buenos días a todas
Recibir hoy este reconocimiento me genera algunas reflexiones:

Primero, recibir un reconocimiento por parte del gobierno es como no hacer la tarea y aún reconocer su falta.
La sociedad civil viene a hacer la tarea que el gobierno no hace y eso es lo que les exigimos, les exigimos que hagan su tarea.
Primero se necesita la voluntad política, pero si no hay voluntad debe y habrá una obligación de garantizar la vida y seguridad de todas, ¿cuántos feminicidios se necesitan para cumplir con esa obligación?
La impunidad, los privilegios, la desconfianza a la autoridad y el nulo acceso a justicia es lo que sigue permitiendo la violencia que nos mata, nos viola, nos asesina no se frene.
Es obligación del estado generar políticas públicas con perspectiva de género, invertir –realmente invertir- presupuesto en capacitación, sensibilización e impartición de justicia, generar proyectos a largo plazo no a comodidad de la administración en turno, de atender, no revictimizar, ni culpar a las víctimas.

Segundo, recibir este reconocimiento me hace preguntarme: ¿en qué momento me volví activista? No lo sé, solo sé que soy un exceso de terquedad y una mujer preocupada, tan preocupada que alzo la voz y al hacerlo más voces se unen, nos juntamos y nos organizamos.

Eso me llevo a ser feminista, nací mujer pero me hice feminista al andar. Al luchar me entendí mujer y como mujer saber, sentir lo que es el miedo y perder lo más valioso: mi tranquilidad.

Reconocer el trabajo de la sociedad civil y del movimiento feminista en Aguascalientes, además de señalar el tarea incumplida del estado, es inevitablemente un honor, porque yo soy el resultado de más de 30 años de lucha feminista, feministas de las que he aprendido y que me han inspirado. Aún así, el movimiento es invisibilizado, nos ven como las malas mujeres, las que queremos el exterminio de los hombres, somos esas mujeres incomodas. Ahora el  feminismo toma las calles, los espacios públicos y la noche. Es ese grita, hace ruido. Yo soy parte de ese feminismo del glitter, de las consignas que pinta la fuente de rojo y le grita al congreso Todas las mujeres todos los derechos.
Tercero, venimos de un fin de semana donde nos han llamado la primavera violeta, el tsunami morado, no. No podemos ser solo una estación del año o un efecto climático, debemos ser un cambio, una transformación y oposición real que nos lleve a un Aguascalientes con justicia y sin violencia para las mujeres. La lucha por los derechos de todas no se trata de qué color de pañuelo usamos, no es ver quién es la más popular o la más mala, esto se trata de garantizar los derechos de todas esta lucha es con las mujeres, esta lucha es por nosotras, por nuestras madres, abuelas, por las hijas, hermanas, esta lucha es por todas con todas y para todas porque juntas lo VAMOS A TIRAR.

Quiero agradecer a las mujeres que me han salvado y lo seguirán haciendo, a mis hermanas de sangre por las que quemaría lo que fuera, a mis hermanas y cómplices de Cultivando Género, a mis amigas y aliadas de la Comunidad Feminista de Aguascalientes, a Itzell por su amistad, creer en mí y que fue por ella que ahora estoy recibiendo este reconocimiento y a las adolescentes y generaciones más jóvenes que me han abierto las puertas de sus salones para platicar, compartir y contagiarme de su energía y fuerza, no luchamos para ustedes luchamos con ustedes y tenemos mucho que aprenderles.

La mejor forma de concluir este mensaje es con una consigna: Ahora que estamos juntas, ahora que si nos ven, abajo el patriarcado se va a caer se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer que va vencer.

Gracias


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