Reflexiones después de un 8M 2022
Soy la vendida
para algunas, la radical para otros, para mi soy Angie.
No había escrito
nada al respecto hoy más tranquila comparto algunas reflexiones que me quedan
de lo sucedido.
No negociamos
nada, ¿qué podíamos negociar?, ¿qué podría pedir a cambio?, no logré ni ganar
la elección para ser Consejera del Consejo Consultivo de la Comisión Estatal de
Derechos Humanos (CEDH), porque según el congreso soy radical y creen que puedo
ganar una elección (insertar risas)
Han dicho que
vendí la marcha por mis intereses, ¿cuáles intereses?, antes de la marcha ya
era Angie, después, también.
No soy política,
no soy partidista, sí, tengo amigas en la política, en los partidos, sí y no
las voy a negar, ¿hago política? Sí, porque lo privado es política, porque lo público
es político, lo personal es político y el movimiento social es político, por
que ponemos el cuerpo, los sentipensares, sí, me siento con instituciones, con
legisladoras y legisladores, con cabildos, sí, pero nunca para hacerles el
caldo más grande o para aplaudir sin fundamento.
Lo que sí
hicimos fue preocuparnos por la seguridad, después de la marcha del año pasado
y de la recomendación de la Comisión había una serie de recomendaciones que
debían seguir, ¿qué hicimos? Exigir que se siguieran, que el estado entendiera
por que debía hacer ciertas cosas, como mandar sin armas a las elementos
mujeres, como no poner vallas humanas en los edificios.
La marcha fue
diversa, reunió a mujeres de muchos grupos, edades, sectores, casi 10 mil
mujeres reunidas en la plaza, unas viendo al escenario, otras haciendo
iconoclasia, otras gritando en palacio, otras manifestándose en catedral, otras
en jacarandas. El movimiento ha crecido, hace 8 o 10 años éramos las mismas
veinte las que hacíamos algo simbólico en la Exedra, pero en los últimos años somos
muchísimas. Creímos que tener un buen equipo de sonido y un espacio donde se
pudiera ver en grande a las compañeras artistas era la mejor idea.
Y saben, no me
arrepiento, buscamos dignificar a las artistas, que tuvieran un espacio digno
para mostrar desde el arte la protesta, un sonido donde todo se escuchara,
desde las que están al frente hasta las que están atrás, eso también daría
seguridad, eso también es incluir a todas, poder escucharnos, hasta interpretes
en lenguaje de señas tuvimos.
Hubo un momento
en medio de todo que una parte del grupo –muy cercano a palacio- empezaron a
correr, a los grupos nos llegaban mensajes diciendo que las chicas creían que
era un francotirador, esos rumores pueden ser fatales, sabemos que había miedo,
claro, el año pasado nos marcó a todas, tomé el micrófono luego de verificar
quien era la persona en el techo.
Claro que faltó
el minuto de silencio y nombrar a las víctimas, pero la compañera que sería la “maestra
de ceremonias” y la compañera que haría la lectura no pudieron subir cuando
escucharon los gritos en contra de nosotras, no las iba a obligar, cuidar es
también respetar y no forzarlas a estar en un espacio que no sentían seguro,
tomé el micrófono e intente seguir.
Muchas cosas se
tuvieron que improvisar, sí, muchas cosas no salieron bien, pero muchas otras
sí.
Nos han dicho
que buscamos instruir y adoctrinar a otras mujeres, pero han mandado mensajes a
las compañeras que organizamos diciéndoles que su forma de hacer feminismo no
las representa, las han criticado de institucionales, entonces si mi feminismo
no es como el tuyo ¿no puedo llamarme feminista?, si no veo el mundo como tú lo
dices, ¿no soy feminista?
El feminismo ha
buscado la paridad al incorporar a mujeres en el servicio público y puestos de
poder, ¿qué acaso no hemos criticado mil veces que las personas del servicio
público no tienen capacitación o son cero sensibilizadas?, ¿Qué no tenemos
representación en los puestos de elección? entonces, tener compañeras que están
en las instituciones no es malo, al contrario, que eso no sirva para criticar a
las compañeras.
El feminismo es
diverso pero una cosa nos debe unir, una vida libre de cualquier tipo de
violencia, también entre nosotras.
Una cosa es
escribir desde la crítica, criticar lo que se hizo mal, lo que se puede mejorar
y otra es criticar lo que somos, nadie, absolutamente nadie debería cuestionar
lo que somos de lo contrario nos estamos convirtiendo en todo aquello que
decidimos destruir.
El poder, la
desigualdad, la opresión, la violencia, no se van a caer solo con una marcha,
las marchas son una forma de visibilizar la causa, de invitar a la reflexión,
de sembrar en todas las inquietudes, pero cada día desde nuestros espacios
debemos seguir en la lucha, el trabajo, la resistencia, la empatía.
Me preocupa que
el 8M sea visto y pensado como un espacio de catarsis, y con esto no digo que
este mal, deberíamos tener espacios para desahogar y sanar de forma colectiva
pero también debemos recordar que el cuidar es un acto feminista, cuidar,
cuidarte, cuidarnos, durante todo el evento y antes de hicimos hincapié que nuestro
objetivo era la seguridad de todas las asistentes.
Me gritaron
vendida, me gritaron política, gritaron “grábense su rostro”, llegaban mensajes
diciendo que si bajaba del escenario me arrancarían hasta la playera, que
estaban esperando a que bajara la peloncita, me temblaban las manos, la siguiente
hora y media temblaba, tuvimos que finalizar antes, la seguridad, ante todo,
pero no quedo en eso. En las siguientes horas me etiquetaron “el rostro de la
vendida”, “el rostro de quién vendió el concierto”, mis fotos y no sé qué más
datos personales circularon por grupos de WhatsApp, capturas de publicaciones
pasadas, ella es la candidata, decía, la política, dijeron, la vende todo por sus
intereses, hasta panista resulté.
De quien esperaba
un mensaje de apoyo recibí silencio y agresión.
Un par de días después
negaron todo, que nadie nos había gritado nada, eso también es violencia,
entonces ¿estoy loca?, ¿lo inventé?, en un par de días me acosaron, amenazaron,
doxearon, buscaron dañar mi reputación, me violentaron psicológica y
emocionalmente, me dijeron que por ser pública me debo aguantar, y remataron
diciendo que todo era mentira y que no había pasado nada.
No, no quiero,
no busco, no me interesa ser la mártir del feminismo hidrocálido, sólo soy una
persona que ha tenido los privilegios para cuestionarse, para entender desde lo
individual y colectivo las desigualdades que me atraviesan y cómo compartir con
otras. Lo reconozco y lo trabajo lo más que puedo, cada día intento ser una
mejor versión de mí para mí.
Por eso me niego
a verme como víctima, me niego a creer que, por hacer, decir, gritar, pensar, coordinar
está mal hecho todo y sale bye, creo en mi trabajo y sus increíbles resultados,
para mí no soy una víctima, para ustedes, tienen mucho trabajo por delante.
Sé que tenemos
mucho que analizar, que mejorar, que cuestionar, que hablar y reconciliar, para
mí esto no se trata solo de un 8M para mi trata de todo un movimiento.
O nos
coordinamos o dejaremos que los grupos, reformas, iniciativas antiderechos
sigan ganando, Dejemos de romantizar el feminismo y la sororidad, no se trata
de ser amigas, de amarnos y disculparnos todo, se trata de no ponernos el pie
entre nosotras, si no me gusta lo que veo me voy, hago mi critica, y busco la
forma de aportar para que siguientes ejercicios sean mejores. No somos las
mejores amigas y no debemos serlo, pero entre nosotras la violencia no.
Tomaré lo que me
corresponde, me lo cuestionaré de forma personal, en terapia con mi psicóloga y
con mi red de apoyo que es mi lugar seguro, revisaré lo que hice mal, lo que
puedo mejorar, mis redes de apoyo y mis alianzas. Pero seguiré siendo yo.
Lamento mucho que hayas sido objeto de descarga de las frustraciones de muchas. Seguro que habrá cosas que mejorar en un evento tan grande, pero hubo muchas cosas buenas y elogiables. Tiempo para la calma. El año próximo será mejor, sin duda, cualquiera que sea la iniciativa que tomes. Tú, adelante.
ResponderEliminarGracias Lupita, sigamos que es lo importante.
EliminarEn alguna ocasión tuviste la oportunidad de compartir escenario para platicas sobre educación sexual con mi hermana, ella estaba ahí con sus compañeras.. esperando que se solucionara el orden porque las habían empatado en el mismo horario ... Y tú, desde tu "feminismo" te montaste a dar tu conferencia sin empatizar con las otras compañeras (mi hermana) metiéndote primero cuando ellas habían llegado antes. Te comportaste de lo más déspota y ególatra. No hables de feminismo sino lo aplicas morra. Las acciones hablan más que un blog. Al tiro. Porque te estás mordiendo la lengua.
ResponderEliminargracias por comentarme lo que hice mal y no debí de hacer, lamento no haberme dado cuenta de la situación en su momento, me queda mucho que seguir trabajando.
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