Un cuarto de siglo

“El gran 2-5 está aquí y ya dejé de estar a principios de mis veintes. Lo deprimente es, que todos los que conozco me dicen cuán terrorífico es cumplir 25.” 

Tenía veinticinco años cuando sostuvo entre sus brazos a su primogénita, eran otros tiempos, otro momento para las mujeres, talvez no era lo que quería, sigo sin saberlo y no sé si alguna vez me atreva a preguntarle, pero esa mujer que ahora dobla mi edad me enseño lo que será mi más grande aprendizaje “ser fuerte, ante todo y contra todos”.

 

Se ha vuelto una tradición escribir algo cada vez que se acerca mi cumpleaños,  es una manera de hacer un homenaje a los años que pasan, una reflexión a lo sucedido y repensarme para los próximos 365 días.

A partir de ahora me mirare al espejo y buscare arugas, tendré que teñir de manera más constante mi cabello para que no se vean las canas, podré decir: ¡qué joven eres!, los viernes en casa serán “la onda”, podré ir a lugares que tengan la etiqueta “chavorucos”, pero, no intento descubrir ningún hilo negro ni contar las penas de la edad, llegar a los 25 me da la certeza de que he tenido una vida justa, he podido disfrutar de salud, educación, alimentación y preparación, tengo un trabajo, no tuve un matrimonio obligado o fui víctima de feminicidio.

Pero lo que sí es real es que a veinticinco años puedo decir que tomare decisiones con la cabeza más fría, pensare una vez y media (a los treinta pensare dos veces) las cosas y sobretodo sabré que la vida no es tan mala, que las cosas buenas siempre llegan y que se debe disfrutar todo hasta lo más simple.

Llegaré a unos 25 años soltera, sin hijos, con un trabajo absorbente, con muchas redes sociales y fan page que administrar, cursos que tomar, tareas que hacer, libros apilados, sin deudas en la tarjeta, todo eso para mí es una gran ventaja, pero inicie el post de esta semana con la narración de lo que le toco vivir a mi madre, y como dije eran otros tiempos.

Hoy en día es necesario ver y aceptar que las mujeres podemos ser independientes y jugar con otros roles al llegar a cierta edad, se puede ser feliz sin un esposo, con hijos, con amantes o sola, debemos aprender a sonreírle a la vida y lo más importante a construir nuestros propios castillos para disfrutarlos solas.

Mi madre como muchas otras mujeres de su edad creían que el ideal era la familia y un lindo hogar, llegar a los 25 viviendo en casa y sin estar comprometida era un suicidio social “la solterona”, las mujeres hemos conquistado el derecho a votar y ser votadas, a disminuir la brecha de género en diversos temas, a participar en la construcción y creación de tecnología, app, leyes, grandes descubrimientos y preciosos versos.

Hace poco mi madre hablo muy seriamente conmigo, me volteo a ver y con el tono que caracteriza a toda madre me dijo que no me preocupara, que no era urgente casarme y que no sería la solterona de la cuadra, trate de no reír, pero le dije: “gracias, estoy bien.”

Llegaré a la edad en la que mi madre y mis tías ya tenían un hogar, un refrigerador, lavadora y lo último en tecnología doméstica, hijos y probablemente un perro, yo tengo un blog y no puedo ni cuidar a un pez, pero sé que, para  llegar a estos 25 años muchas mujeres dieron su vida, su tiempo y sus luchas por lograr que yo y las mujeres de mi generación tuviéramos más oportunidades.

“Sí, estás a punto de cumplir 25 pero en serio, tener un cuarto de siglo no es tan malo. Ya has construido una base, ahora construye las murallas de tu vida y píntalas con tus colores favoritos. Cumplir 25 significa que eres 25 años más sabio, pero que las experiencias y el aprendizaje no se detienen ahí. Aprecia lo que tienes, haz recuerdos, vive el momento y olvida el número. La vida no es tan mala después de todo.” dehttp://peru.com/mujeres/voces/25-cosas-positivas-que-tienes-saber-sobre-cumplir-25-noticia-317526

Pd. quien quiera regalarme algo tengo una lista de libros y collares que me encantan!