¿Por qué luchamos?
Luchamos porque creemos en algo, luchamos porque estamos
convencidas y convencidos que trabajando en equipo las cosas en verdad pueden
cambiar.
La
mujer tiene 63 años ejerciendo su derecho a votar y ser votada, años de lucha y
luchadoras, cuando se votó a favor de la paridad política la aplaudí, pero
también he sido crítica: la obligación de los partidos es contar con mujeres,
pero no solo en número, sino también deben de ser mujeres capaces, preparadas y
sensibles a los temas de la sociedad y no solo de su realidad.
He
criticado ese gusto por heredar puesto, y si no puede el hombre que suba la
mujer, esposa o hija, y esto es hasta cierto punto entendible, estamos hablando
de ceder y compartir el poder, no un pastel. Hace poco les explicaba a varias
estudiantes que la política es como una pelota, solo tienes una, y la llegada
de las mujeres no significa que vas a darle su propia pelota, significa que van
a compartir esa única pelota, entonces es cuando complican las cosas.
Lo he
dicho y lo volveré a decir, necesitamos que las mujeres que ahorita están en la
política se preparen para ocupar esos puestos, que las que están se capaciten y
las que quieran serlo se preparen más, y sí, que también sean feministas, ya
basta de tenerle miedo a la palabra: “feminista”. A todas y todos nos gusta ver
una bella sonrisa en un curul, pero sin duda propuestas serias: enamoran, y lo
mejor nos devuelven la esperanza en los políticos
Faltan
unos cuantos días para que finalice este proceso electoral y puedo decir que la
candidata del blanquiazul no nos representa como mujer, sí, es la cuota de
género de un partido, pero sus errores, su falta de conocimiento a las
realidades de la sociedad hidrocálida es lamentable.
Cada vez que es noticia por alguno de sus errores escucho
a un hombre decir: “pero querían que las mujeres fueran candidatas”, se dan
cuenta de lo qué han logrado.
Mas allá de la risa a nivel nacional (e internacional)
estamos diciendo que las mujeres llegamos a puestos a improvisar, llegamos a
imponernos por el simple hecho de que somos mujeres, estamos carentes de
propuesta, de ideas, no conocemos, escuchamos, pero tampoco preguntamos o nos
capacitamos, tanto así que temas tan delicados como el suicidio lo tomamos a la
ligera sin pensar en el dolor que una respuesta puede ocasionar.
Y la consecuencia es que: no nos toman en serio, siguen
creyendo que vamos a jugar, vamos a vernos bien, pero eso sí, exigimos por que
somos mujeres, vamos a exigir que esas mujeres sepan lo que hacen y deben de
hacer.
¿Por qué luchamos?, por contar con aliadas y
aliados en los puestos de elección popular, lucho por que las mujeres en verdad
seamos representadas.
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