Soy Lesbiana
Si usted acaba de entrar a esta publicación, es que por un momento
creyó que iba a contar mi salida “del closet”, imaginó que sería un texto donde
contara la soledad de mi secreto y asumiría que soy Lesbiana. Pues se ha
equivocado.
Pero ya que está aquí, quédese a leer, que más adelante retomare
ese tema:
El sábado por segunda ocasión en menos de un mes, salimos a pintar
de arco iris las calles de Aguascalientes, caminamos con carteles y consignas para
hacer un llamado a la sociedad: a la inclusión, a invitar al respeto y sobre todo
a decir “Todas las familias, todos los derechos”.
Una
persona me respondió que esto era “una moda pasajera y en unas décadas lo
recordarán como un movimiento social que no acabo en nada más”, bueno pues a
esta persona le puedo responder que los movimientos lesbicogay y feministas
vienen trabajando desde hace muchos años y siempre nos dicen que es una moda,
pero seguimos vigentes, y no, pedir derechos no es una moda pasajera.
Hace
15 años iniciaron las marchas del Orgullo Gay en Aguascalientes, un estado
ubicado casi al centro del territorio Mexicano, que pertenece a esa zona del bajío
que cuenta con un porcentaje muy amplio de conservadores y dónde la iglesia tiene
un peso muy fuerte en las decisiones, ante todo esto, año tras año, la
comunidad lésbico, gay, trans, salen a las calles con alegría y ese arco iris
que simboliza a través de sus colores una lucha y una causa.
En más de una ocasión han cuestionado mi sexualidad, ¿eres
lesbiana o bis?, ¿oye y tienes novia?, ¿en tu casa te apoyan?, ¿cuándo saliste
del closet?, depende de mi estado de ánimo es como les respondo, en la prepa
creían que salía con una compañera y en la universidad en más de una ocasión me
pretendieron varias mujeres, probablemente será por mi cabello corto, mi actitud
tosca, o lo poco femenina (entendiendo lo femenino como delicado, rosa y
sensible), no creo que sea la primera vez y tampoco será la última que
cuestionen mi sexualidad.
Hubo un tiempo, en el que en verdad me cuestione quién era y qué
quería, lleve el feminismo a un extremo dónde me había masculinizado para poder
acceder a esos espacios, por un momento funcionó, pero fue cuándo me encontré
en medio de la nada sin saber quién era, víctima de esas etiquetas y estigmas
sociales que debemos cumplir por nacer con vagina o con pene.
En una ocasión mi madre me cuestiono también por mi sexualidad,
sabía que tendría su amor sin importar cual fuera mi respuesta, pero no podía
caer en esas imposiciones, el hecho de asistir a una marcha “pro-gay”, estar a
favor del matrimonio igualitario, platicar, salir, convivir con lesbianas,
trans o gays no quiere decir que yo soy lesbiana o bi, como tampoco dice que
solo gays con gays, lesbianas con lesbianas.
Las etiquetas nos afectan a todas y todos, en la marcha del pasado
sábado una amiga me dice entre broma y broma que debía de abrazarla para poder
cumplir con la estigma social que los observadores de la marcha exigían, es
decir, solo marchan los gays, pues no señoras y señores, existe un sector de la
comunidad heterosexual que apoya los movimientos y que no cree en las
etiquetas.
No, no soy lesbiana, soy una heterosexual, que creció con la ley
de Dios y en una familia conservadora, que ha aprendió a respetar y amar sin etiquetas,
creo que si yo tengo el derecho de amar a quien sea sin ninguna etiqueta
cualquiera lo puede hacer, creo que si yo tengo derechos, todos deberíamos
tenerlos.
No será la primera ni la última vez que cuestionen mi sexualidad,
y la verdad no me importa, será muy utópico de mi parte, pero sueño con el día
en que las mujeres no tengan miedo de denunciar la violencia, en el que hombres
y mujeres heterosexuales, gays, lesbianas, trans, bi, tengan los mismos
derechos, las mismas oportunidades y la misma alegría de amar.
Sueño
con en el día en que no tengamos que salir a las calles a pintarlas de morado o
de arco iris, que no salgamos a pedir/defender nuestros derechos.
Lamentablemente
esta macha se vio opacada por un fatal accidente ocasionado por la imprudencia
de un vehículo que probablemente llevaba mucha prisa y no quiso esperar el
cambio del color del semáforo, pretextos existen muchos, pero al final fue
imprudencia del conductor y atropello a un joven que se dirigía a la marcha,
sínicamente el vehículo se dio a la fuga, frente a la mirada de todas y todos
los que esperábamos diera inicio la marcha, “Rojo”, como lo conocían sus
amigos, falleció.
Pronta recuperación a los familiares y amigos de “Rojo” qué su único pecado fue cruzar la calle porque creía como todos en el arco iris.
Muy bien Angie!!!! :)
ResponderEliminargracias amiga!
EliminarBuenas líneas, de una chica construyendo su espacio propio.
ResponderEliminargracias maestra!
EliminarBuenas líneas, de una chica construyendo su espacio propio.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminaraunque elimino el mensaje me llego a mi correo, respeto que no le guste lo que escribo. saludos
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