Menstruación, parte III “con esto me tocó vivir”
Continuamos con la serie de narraciones sobre como las mujeres hemos vivido nuestra menstruación. Menstruación, parte II, “no es algo queme enseñó mamá”
A mis 51 años todavía
recuerdo mi primera regla, irónico, ahora ya casi no me frecuenta; estaba en primero
o segundo de secundaria –antes no nos llegaba tan chicas-, mi mamá me dio un
libro para leerlo, ella nunca se animó a decirnos nada, alguien le dio el libro
y esa fue la solución para explicarnos a sus tres hijas lo que pasaba con nosotras
y nuestro cuerpo, no la culpo, eran esos tiempos.
Cuando me
llegó, pensé que me había cortado, me llevo al baño y me dijo “es normal, a todas las mujeres nos pasa”.
En el colegio
las monjas le arrancaban a los libros todo lo que tenía que ver sobre reproducción
o anatomía humana, era algo que nos debían platicar en casa, pero en casa
tampoco se platicaba.
En el pasillo
o a la hora del recreo murmurábamos entre nosotras “¿ya te llegó?”, “dicen que
a “fulanita” ya le llegó”, pero no era un tema que pudiéramos hablar, las
mongas no debían escuchar lo que comentábamos porque no teníamos permiso de
hablar de la regla, era malo.
En casa era lo
mismo, cuando alguien manchaba la cama mi mamá se enojaba mucho y cuando
alguien tenía dolores –no recuerdo a los 15 años usar la palabra cólicos, decíamos
“esos dolores”- nos quedábamos en cama y mi mamá nos ponía una tortilla
caliente en el vientre para quitar el dolor, no debíamos bañarnos, no debíamos hacer
ejercicio, prácticamente no debíamos hacer nada.
Cuando me
llegaba, tenía que ir por una “garrita”*, la doblaba y acomodaba en la
pantaleta y si me daba dolor me acostaba; hacíamos paquetitos de tela para tenerlos
ya listos, nos íbamos a la escuela y cuando regresaba de la escuela me
cambiaba, me ponía uno limpio y tenía que lavar el sucio y luego llevarlo a que
le diera el sol, era un proceso muy tardado.
Cuando empecé a
ganar dinero lo primero que hice fue ir con mi hermana a Woolworth**, había unas cajas grandes amarillas con toallas de plástico
muy delgadas, no recuerdo como se llamaban -empezaban con “V”, a ver búscale en
google, seguro encuentras algo y también busca cuándo empezaron a anunciar las
toallas en la televisión1- no sé si alguna de mis compañeras me
sugirió comprarlas, pero todo fue diferente cuando las empecé a comprar.
Fue en el
trabajo fue la primera vez que escuche a mujeres hablar de que andaban en sus
días, se recomendaban que toallas comprar, que pastilla tomarse o que remedio
para el dolor, hasta consejos de qué hacer si ibas a nadar, claro, todo eso se
decía porque éramos puras mujeres.
Yo ya voy en
declive, ya voy a acabar, ahora sí “yupi,
por fin se acaba esto por lo que pasamos las mujeres, es una friega, es incómodo,
a las mujeres nos enseñaron que un cólico y la vida sigue, tenemos que
trabajar, llevar a los niños a la escuela, y si te duele te tomas una pastilla,
no te quejas y sigues… creo que por eso le decimos “la regla”, porque es algo
que a fuerzas tiene que llegar, es como la renta, cada mes llega puntual”.
“Con esto me tocó
vivir por ser mujer”, eso me dijo mi mamá.
*no encontré
como escribir esta palabra, o una definición exacta, pero la garrita según la
entrevistada para “Menstruación, parte III”, eran tiras de tela (normalmente algodón)
que se enrollaban hasta hacer un pequeño colchoncito que se colocaba en la
pantaleta, algunas le agregaban en medio bolitas de algodón.
** Woolworth
fue una tienda departamental que estaba ubicada sobre 5 de mayo saliendo del
paso a desnivel, hoy en día está un edificio con diferentes negocios. Recuerdo
que cuando niña visitábamos esa tienda, no recuerdo el año en que cerro, pero
probablemente fue hace unos diez años.
1 las
enfermeras en la segunda guerra mundial desarrollaron una toalla de celulosa
(en lugar de usar algodón), en 1920 Kotex aparece en el mercado Norteamericano,
pero se hizo famosa hasta los 70`s
https://es.wikipedia.org/wiki/Toalla_sanitaria
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