"La medalla más grande de todas: ser mamá", los discursos sexistas Primera parte
Dos
temas siempre polémicos en la vida de una mujer: el matrimonio y la maternidad.
El
problema es que las mujeres solemos ser nuestras propias sexistas en esos
temas, al reconocer –voluntariamente o no- que el matrimonio es el momento más
dichoso de nuestra vida y que ser madre es lo mejor que nos ha pasado.
Vamos
a empezar con la maternidad recordando polémico caso de la empresa Gatorade y
la atleta Paola Espinosa.
Nos
quejamos de las empresas, marcas, políticos que hacen comentarios sexistas sobre
la vida y obra de nosotras, hace unos días en un evento, un funcionario público
aseguraba que los créditos a mujeres son más confiables por que las mujeres sí
pagamos, que no nos vamos a beber todo el apoyo porque somos responsables y
pensamos primero en invertirlo en el hogar y los hijos.
Pero
nosotras también somos parte de ese discurso cuando decimos “no seas niña y
deja de llorar”, “compórtate como una dama”, por poner solo un ejemplo.
Por contradictorio
que suene, parezca y se escuche, fomentamos esos discursos sexistas como parte
de las costumbres, del lenguaje y de la vida diaria. Es entonces que decimos
que el lenguaje discrimina.
Como
mencioné al inicio, hace unas semanas la empresa Gatorade felicitó a la atleta
Paola por el nacimiento de su hijo: “la medalla más grande de todas: ser mamá”,
la felicitación en cuestión es un básico de todo community manager, pero la
imagen es un conjunto de estereotipos: un fondo rosa donde resaltan que el más
grande reconocimiento es ser madre, Paola una atleta olímpica con varias
medallas, triunfos y marcas en su haber.
El
error, asegurar que solo siendo madre se obtiene un triunfo.
Pero
el tema no quedo ahí, ella contestó: “Sí mi medalla más grande ser mamá”.
…
¿Cuál
es el problema aquí?, que nosotras mismas caemos en el estereotipo de género,
pero, no solo es nuestra culpa, es una carga que venimos valga la redundancia
“cargando” desde muy tierna edad.
Desde
nuestro hogar nos enseñan que ciertas cosas deben de ser de una y otra forma, lo
aprendemos, lo llevamos por la vida y lo reproducimos.
Lo
que hizo la empresa y en especifico el community manager fue un dinámica que
todo CM hace, felicitar y en esta analogía de medallas y triunfos sin
perspectiva de género hizo la alusión “al más grande triunfo”, cómo si las
mujeres únicamente triunfáramos en la vida siendo madres, atrás quedan entonces
todas las solteronas, e infértiles mujeres que han optado por otro camino y por
aquellas madres que creen que tener hijo no es un triunfo sino una decisión,
ellas entonces son malas madres, sí, todos esos pensamientos pasan en la mente
del CM y los usuarios, porque es lo que aprendimos toda la vida: cuida muñecas,
que eso hace una mujer.
Y
Paola reproduce eso mismo, lo que nos han enseñado toda la vida y pese a lo que
muchos creen ser mujer no te hace conocedora de un lenguaje incluyente, de un
discurso feminista y de no ser víctima de tu propio sexismo.
Un
error que estamos cometiendo es que no estamos empoderando a las mujeres -y por
empoderar no me refiero a golpear hombres-, sino que deconstruya y construya su
identidad como mujer sin estereotipos de género.
Nota. como siempre mi opinión va desde una mirada, pero si ella decide que al final eso es lo que le gusta y es su mayor triunfo yo le aplaudo por que ser feminista no me da derecho a juzgarla.
Nota. como siempre mi opinión va desde una mirada, pero si ella decide que al final eso es lo que le gusta y es su mayor triunfo yo le aplaudo por que ser feminista no me da derecho a juzgarla.
Y
por otra parte, la capacitación a los medios de comunicación, periodistas,
community manager, líderes de opinión,
etc, para que su trabajo lo realicen sin etiquetas o estereotipos, y sobretodo
que no sigan fomentando los discursos sexistas.
Sin duda no entiendo esa visión por no ser madre, lo que al menos quiero expresar es que no deben de juzgar que por ser mujer tiene que tener el triunfo de la maternidad, finalmente ella decide, no una marca.
El mundo está lleno de buenas intenciones pero sino empezamos a cambiar como nos estamos expresando sin sexismos o tabús, no lograremos un mundo incluyente.
El mundo está lleno de buenas intenciones pero sino empezamos a cambiar como nos estamos expresando sin sexismos o tabús, no lograremos un mundo incluyente.
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