Letras feminicidas y discursos de odio
Canciones como Mátalas, Ingrata, Penetreitor, Ahora resulta
y muchas más tienen letras machistas dónde se reproduce estereotipos de género,
se normalizan actitudes, comentarios de violencia a las mujeres pero también
hay canciones (si así las podemos llamar) que son una apología a la violencia
feminicida que incita a la violación, violencia, secuestro, de mujeres y niñas.
Si bien todo contenido
que discriminé y violente las mujeres
debería ser cuestionado en este reino también nos hemos hecho de la vista “gorda”
con ciertas canciones que parecen tutoriales de violencia a las mujeres no
pueden ni deben ser tolerados.
Apenas el
domingo se conmemoraba el Di de Internet y más que nunca debemos cuestionar
como su uso, acceso, disfrute, aprovechamiento y goce promueve una sociedad más
justa e incluyente pero también una donde los discursos de odio van en aumento.
“Sencillamente, el “discurso
de odio” ataca a personas, a título individual o en grupo, por ser quienes son” Manual sobre
Discurso de Odio
Estrategia de denuncia vs publicidad gratis
Fue por una
usuaria quién hizo público en redes sociales el perfil de una persona cuyas
letras de las canciones incitaban a la violencia, violación, feminicidio y
pedofilia, una de estas canciones era dedicada a la influencer Yuya.
Gracias a esta
usuaria conocimos a la persona (no mencionare su nombre ya tuvimos mucho con
hacerlo tendencia) detrás de estas canciones y se activó toda una red de
denuncia.
Esa mañana las
redes sociales se llenaron de capturas de pantalla de su perfil en las
distintas redes sociales, de las portadas de los discos, los nombres de las
canciones. Por un lado movíamos las redes para que más mujeres denunciaran pero
topamos con un pequeño detalle: estaba en todas las redes sociales.
En spotify no teníamos
la opción de denunciar el contenido sólo la descripción de las canciones, la foto
del álbum entre otras pero lo que queríamos denunciar era el contenido. Por lo
que se recurrió a viralizar y exponer en las redes a las compañías para que
retiraran el contenido.
Peticiones y más
peticiones hasta el change.org pidiendo retiraran las canciones.
Pero por otro
lado personas en su mayoría hombres nos llamaron exageradas, dramáticas, que aguantábamos
poco. La persona que buscamos denunciar se hizo viral y por varias horas fue
tendencia en redes, claro lo expusimos pero también incrementó su número de
seguidores en pocas horas y él lo dijo “gracias
por haberme puesto en el top tres de tendencias en twitter”
Hasta qué punto
como sociedad estamos consumiendo el contenido que es violento y no sólo eso el
contenido que es denunciado como violento y que preferimos no hacer ni decir
nada porque no pasa nada.
Creer que no pasa nada en un país feminicida es creer que la violencia machista es como el monstro del armario.
¿Censura a la libertad de expresión?
“La libertad de opinión y expresión (en adelante, libertad de expresión) es un derecho humano fundamental, protegido por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) 1 y se le ha dotado de un carácter legalmente vinculante en los tratados internacionales y regionales más importantes sobre derechos humanos” Manual sobre Discurso de Odio
La persona a
quien denunciamos en su publicación dijo que “era un personaje, con humor, con un humor que no es para todo mundo,
pero es eso HUMOR y nada más” y claro que le gustaban las mujeres reales
con carne y cuerpo.
La libertad de
expresión termina cuando afecta a otras personas y en un país feminicida ese
tipo de expresiones no se debe de permitir porqué justifica, su discurso justifica
que al estado, las políticas públicas, a las personas no les importamos las
mujeres pero siguen permitiendo que se normalice la violencia.
El problema es
cómo hemos normalizado la violencia, como la vemos como algo el día a día como
una práctica tan común que escucharla y consumirla nos es indiferente.
¿Qué podemos
pedir si ese día el presidente salió a decir que el 90% de las llamadas de
auxilio de mujeres en situación de
violencia intrafamiliar eran falsas? entonces justificar a un hombre que canta
como secuestrar a una mujer es una práctica común y si al gobierno no le
importa el incremento de llamadas menos le va a interesar un hombre que canta
sobre violaciones.
La violencia,
violaciones, pedofilia, secuestros, incitación al feminicidio no son ni serán libertad
de expresión.
La libertad de
expresión nos permite opinar, decir, manifestarnos pero jamás debe promover o
exponer prácticas que violenten a segundas, terceras personas o a un grupo que
ha sido y es discriminado históricamente.
Justificar, omitir y quedarnos calladas ante la violencia es ser cómplices.
Sororidad 2.0
Hace algunos
años escribí sobre el feminismo 2.0 y su apuesta desde la sororidad 2.0 hoy creo
que tengo que retomar dicho texto y actualizarlo, si bien el espacio digital implica
la inmediatez, la premura a la respuesta-acción, es también indispensable el
apoyo mutuo entre mujeres.
Hago aquí énfasis
en el apoyo entre mujeres siguiendo con las consignas feministas de “si tocan a una respondemos todas” y “juntas
somos más fuertes”.
Al exponer a
esta persona también vimos y gracias a que Ana Luz no se quedó callada y lo
hizo publicó en redes empezó a recibir mensajes de amenazas de hecho el mismo “cantante”
en una de las publicaciones que hizo desde su cuenta de Facebook decía que “tenía una nueva amiga”. Hemos dicho en
distintas ocasiones que la violencia digital es real y que no puede ser tomada
a la ligera como mensajes de burla de gente falsa o bots sin quehacer. Un
mensaje de amenaza enviado desde las redes sociales debe ser visto como eso, un
mensaje de amenaza que pone en peligro la vida de las mujeres.
En poco tiempo
los mensajes de solidaridad se hicieron ver, desde distintas partes del país pero
también de la región en apoyo a Ana Luz.
Pero la
sororidad 2.0 no se puede quedar solo en “sumarte” a un comunicado que dice que
apoyamos, respaldamos a las denunciantes, el cambio para apoyarse debe
convertirse en una práctica diaria.
La Sororidad 2.0
va desde el no compartir, no burlarse, no descargar y hacer meme, no enviar el link
o hacer viral cualquier ofensa a las mujeres, es no sumarse al mame donde se
burlan de una mujer, es tomar como principio ético “no te
conozco en físico pero por alguna razón nos encontramos “en línea” y no comparto,
no doy like, no stalkeo por curiosidad, si puedo le aviso que está siendo víctima,
denuncio, reporto el contenido y si veo que alguien se burla le digo a esa
persona que pare”
Ser feminista implica ser sorora, no, no hay un feminismo único pero lo que si hay es un principio ético que debería ser prioridad para todas.
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