Compartir contenido íntimo entre fronteras
Hace unos días me invitaron a una prepa en uno
de los municipios del estado, la invitación surgió por que la Directora
observaba un tema muy recurrente entre el alumnado de la preparatoria: contenido
íntimo.
Uno de los principios de Internet es que no tiene
fronteras, por lo que podemos tener conversaciones, revisar contenido y
enviarlo sin las restricciones de las fronteras físicas en nuestros países, aunque
tenemos la idea romántica de los beneficios de Internet, mucho hemos dicho de cómo
se reproducen prácticas, acciones y conductas de violencia también en este
espacio.
Cuando hablamos de la violencia digital uno de
los tipos de violencia más frecuente entre las mujeres –en Aguascalientes sobre
todo mujeres jóvenes entre los 15 y 20 años- es compartir contenido íntimo sin
consentimiento, pero, nos queda claro que debemos pensar en cómo esta violencia
afecta de forma diferenciada a las personas, no es lo mismo como el contenido
filtrado tiene una narrativa distinta cuando se trata de un hombre
heterosexual, cuando se trata de mujeres adolescentes, o de mujeres en cuerpos
diversos, o pertenecientes a grupos de la diversidad sexual, lo mismo pasa con
mujeres que viven en la capital, las periferias y los municipios.
¿Qué fue lo que encontramos?, la migración del
mismo municipio ha fomentado otras prácticas sociales, una de ellas el
contenido íntimo. No entraremos en materia de migración pues no es mi tema a desarrollar,
pero lo menciono pues es uno de los factores que han incrementado el contenido
intimo en la zona.
Identificamos:
-Quienes migran y reciben contenido íntimo de
las parejas o mujeres que se quedan en el municipio.
-Quienes compran el contenido íntimo de mujeres
del municipio del que son originarios (aquí también puede filtrarse el
contenido a otras personas y llegar a familiares)
-Quienes venden-compran el contenido y el
comprador extorsiona con enviar a sus familiares si no reciben contenido específico.
-Quienes almacenan contenido íntimo de mujeres “supuestamente”
originarías del municipio, lo recibieron del primo del amigo que es vecino –haciendo
referencia a que reciben por WhatsApp un video o fotos que han sido reenviadas
varias veces, pero desconocen quien lo envía primero-
Entre las consecuencias podemos mencionar que
se dan ante el contenido que se filtra son:
En el caso de ellas:
-Irse a EU para que no la encuentren y “empezar
de cero”
-Salirse de la escuela, es el primer lugar donde
se difunde que hay contenido íntimo.
-Desprestigio en la comunidad, el rumor que
todo el municipio o localidad sabe de los videos o fotos, pero nadie lo
comparte con quien aparece, esto es importante mencionar pues tener el video
que se filtra por los grupos ayuda en caso de querer proceder legal o con las
plataformas.
En el caso de ellos si son estudiantes:
-Irse a EU para que no le encuentren y “empezar
de cero”
¿Por qué es importante voltear a ver el tema de
contenido intimo cuando se da una situación de migración?, creo que por varios
factores:
Primeramente, el creciente consumo de contenido
intimo desde los medios digitales, tema que ya no es novedad y que hemos
hablado mucho de cómo incrementó a raíz de la pandemia, pero aquí observamos
que no solo fue el distanciamiento social sino también la migración como factor
para mantener los vínculos del “lugar de donde soy”
Y la distancia incrementa el desconocimiento y minimización
de los riesgos.
Pero también el consumo como comercialización,
ante la precarización laboral y más en municipios donde los roles de género
siguen muy marcados, el contenido intimo es una forma de ingreso que vulnera en
mayor medida los cuerpos de las mujeres.
La persona que filtra o extorsiona no se encuentra
en el mismo espacio físico que la persona que aparece en las fotos o videos por
lo tanto cuando busca un acompañamiento legal se le cierran las opciones pues
se justifica que la persona no vive en el municipio y menos en el estado donde está
la víctima.
Y finalmente, los estigmas y tabús sobre los
cuerpos expuestos de las mujeres, mucho he hablado de como en estados como
Aguascalientes los cuerpos desnudos de una mujer son en automático erotizados y
esto genera un desprestigio sin cuestionarse antes quién y por qué filtra ese
contenido que es privado. Quienes se quedan en el municipio cargan con los
rumores de la comunidad y con el constante miedo de saber que observan las
fotos y videos, pero nadie los tiene.
Y esto no es novedad, desde hace algunos años han llegado casos de mujeres de otros municipios que se enteran por comentarios de personas del mismo municipio de que sus videos o fotos se han filtrado, pero nadie se los reenvía o comparte para poder proceder. Nadie dice nada, todo queda en rumores que van incrementando la sensación y sentimiento de sentirse observada, juzgada.
Necesitamos ver lo que pasa en los municipios, donde
pocas veces llegan los programas y las narrativas de la capital, entre lo que destaca
es:
-la falta de información.
-la falta de espacios de atención y
acompañamiento, las áreas especializadas se encuentran en la capital y para recibir
el apoyo deben viajar a la capital. A eso suma la falta de recursos, redes de
apoyo.
-La creencia de que en los municipios no se da
el sexting y el compartir contenido íntimo sin consentimiento.
-Los estereotipos y tabús sobre la sexualidad y
los cuerpos de las mujeres y personas disidentes sexuales.
-La edad de las personas que comparten, lo
narrado expresa que siguen siendo mujeres menores de edad en edad escolar
quienes comparten el contenido y sin el acompañamiento de madre o padre les
niegan el acompañamiento legal.
-La revicitimización, desde 4 ángulos: la escuela, el estado, familia y las plataformas.
¿Cómo podemos acompañar este tipo de casos?, ¿Desde dónde se puede establecer una ruta de acompañamiento?
La respuesta no es sencilla y mucho menos definitiva,
lamentablemente como pasa en casi todos los centros educativos las acciones que
podemos hacer se dan una vez que se ha cometido la violencia, la prevención
sigue siendo la gran ausente.
La importancia de escuchar, observar y atender
los casos desde una mirada con perspectiva de género y derechos humanos, no
todos los casos son iguales y muy importante, entender el contexto.
Llevar estos temas es posible gracias al interés y voluntad de
las personas directivas, la directora del plantel pidió a todo el personal
tanto administrativo como docente que estuvieran en la charla. Pero también
tenemos que ponerle a esa voluntad presupuesto para contar con acompañamiento psicológico
(una psicóloga por plantel no es sano) y capacitaciones continuas en todos los
planteles.
El sexting es el mito más grande de la violencia y un tema muy incómodo,
debemos hablar del tema y usar un lenguaje accesible y divertido con el alumnado,
es vital y eso no le quita lo formal. La realidad es que las y los alumnos ya
practican el sexting ¿Cómo podemos decirles que la practica puede tener riesgos?,
¿Cómo les hablamos de una práctica segura?, ¿Qué nadie puede obligarlas?, ¿Qué compartir
el contenido íntimo de una persona sin su autorización tiene consecuencias?
La culpa y miedo son los elementos que pueden ayudar a minimizar
o incrementar la violencia, en una conferencia de casi dos horas surgieron una
gran cantidad de preguntas y varios casos que fueron expuestos gracias al
anonimato de las preguntas.
Sigamos reflexionado y recordemos que las formas en las que se
dan las violencias no es un copy-paste, el contexto particular de cada lugar
toma gran relevancia para el acompañamiento y no podemos pensar que todas las
personas en especial las mujeres, adolescentes y personas de la comunidad
LGBTTTIQ+ son las mismas con los mismos problemas en la capital, en las
periferias y municipios.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar
#BlogAngie