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Mostrando las entradas etiquetadas como #ReflexionesFeministas

Recordando a mi yo adolescente y a una panda roja.

  Sí, a mis 12 años creía que tenía todo el poder del mundo, que ya no era una niña por que caminaba sola a la secundaria, me doblaba la pretina de la falda para subirla unos cuantos centímetros más, me avergonzaba cuando algo no salía bien, sentí mariposas en el estómago, fui un mar de emociones descontroladas (como lo fuimos todas a esa edad) y canté súper fuerte: Arrivederci mi amor,  Bye, bye. Yo también fui de esas adolescentes, que se enojaba por todo, que lloraba por todo, no le contaba nada a mi madre pero “todo bien en la escuela”, era la hija perfecta –o al menos eso intentaba-, y ponía a todo volumen los discos –piratas- de UFF, Sakira, OV7, y cantaba imaginando que estaba en su concierto, recortaba las fotos de las revistas y escondía los posters debajo de la cama por que no podía pegarlos en las paredes, en la papelería de la esquina comprábamos blocs que tenían impresas las caras de la boy band UFF y soñaba con verme como las chicas de las revistas. Y claro, no...

Reflexiones al amanecer

  No sé si a nuestra edad se trate de enamorarse, si las mariposas en el estómago están sobrevaloradas, sonrojarse nos da pena y la risa nerviosa nos delata. No lo sé, yo creo que sí. Estimadas personas que me permiten compartir las palabras, estas son las líneas con las que inició el 2022 (me regresé a borrar el número porque había puesto 2021) pasé los primeros días sin hacer nada, mi yo ansiosa que quiere trabajar y estar "haciendo" estuvo muy tranquila, nos sentimos tranquilas, felices. Probablemente me van y nos van a exigir muchas cosas, pero por primera vez quiero jugar con mis reglas y dejarme sentir, dejarme guiar, guiar es como bailar, y lo noté justo en los primeros minutos del primero de enero bailando cumbias, debo dejarme guiar, no pasa nada malo, no me pasó nada malo. Son las 7:26am y tengo los dedos entumidos, que gusto el mío de estar frente a la computadora tan temprano, pero el silencio es perfecto para repasar los pendientes en la nueva agenda (una...

Un brindis

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  Hoy brindo por todas, este año ha sido terrible, perfecto, gracioso, amoroso, sorprendente, mágico, he llorado, amado, reído y me perdí, me encontré y me volví a abrazar. Hoy brindo por todas, estamos vivas, estamos juntas pesé a ideas románticas de sororidad o malinterpretaciones de la enemistad femenina. En un 2021 que parecía eterno, donde la incertidumbre nos atravesó muchas veces, la angustia por un futuro incierto y los reencuentros que estuvimos aguardando por meses. En el 2021 nos volvimos a abrazar, nos reencontramos y por un momento los meses anteriores nos parecían un sueño o una pesadilla. Volvimos a recorrer las calles, carreteras y cielos, había olvidado lo que significaba hacer maleta y emprender una aventura, las primeras veces nos volvían a saber a eso, a una primera vez. El 2021 también fue de muchas lágrimas, de amistades que se fueron, de proyectos que se quedaron en ideas, de reconciliaciones que no se lograron, de palabras que dolieron hasta el alma ...

Miedo

  Le dije que tenía miedo, llegué preguntando sobre las relaciones y se me hizo un nudo en la garganta. Me es difícil dejar mi historia, pienso en mí y en mí historia, mi familia, aprendimos a simular aparente paz, la realidad es que no éramos felices. Desde ahí ¿Cómo construyes pensándote con la otra persona? Miedo, incertidumbre, compromiso, prejuicios, vínculos. El miedo me hizo llorar esa tarde, se lo dije, en mi mente no quería volver a verme como ese abril, acuclillada en la esquina en estado de shock, los siguientes meses la experiencia de lo aprendido me ayudó a ser la mejor actriz, no me pasaba nada, por dentro estaba destruida. ¿Cómo construyes desde ese miedo? Te das cuenta, me dijo, has formulado tus expectativas en negativo, no es que estés mal, es algo aprendido, pero fíjate como aún no pasa y ya estas predisponiendo. ¿Y si vives? Armazón, caparazón, armadura, profesión, seguridad, defensa. Protección… eso era lo que buscaba, protegerme, ¡claro! Por qu...

Cinco escenas, una pausa.

  Primera escena Extrañaba pasar mis dedos sobre las teclas mientras la pantalla brilla y la lista de música se reproduce, recuerdo que desde muy joven las palabras han fluido, he tenido mis momentos de mayor o menor creatividad, encontrar un rincón para expresar y otras tantas para desatorar lo atorado. Había ocasiones donde la noche fue mi mejor aliada, otras al no tener un “cuarto propio” (claro, ya cuestioné el cuarto propio como privilegio para la creación) me resguardaba en un rincón dentro del baño de mi habitación, era el lugar más callado en aquellas noches de euforia familiar. Hace un mes dejé de escribir para mí y dejé de compartir para ustedes, me saturé. Me saturé, no sólo por una agenda con muchas actividades, sino porque era mucha la información que tenía en mi cabeza, mucho lo que sentía en mi corazón. Pausa.   Segunda escena Y entonces me vi, caminando despreocupada un sábado a mediodía en pantalón deportivo y chamarra de mezclilla, con la ca...

La pastilla

 Esta es la primera vez que cuento esta experiencia, el recuerdo llegó a mi hace poco, hasta hace poco comprendí lo que había significado para mí. No recuerdo si tenía 19 o 20 años, recién empezaba mi vida sexual con un novio en aquel entonces de la universidad, todo me parecía nuevo y lo disfrutaba poco –duele confesarlo ahora- cada que nos besábamos, que me penetraba, que lo sentía recordaba las frases de las monjas “tu cuerpo es para servir a dios” , lo que me decía mi madre de no salir con un domingo siente, de lo mucho que criticaron a las vecinas de toda la cuadra que “salieron” embrazadas cuando estaban apenas en la secundaria o prepa. Era una buena hija católica de educación sexual nula, un miedo a lo desconocido. En una de esas veces, a mi pareja se le salió el condón, ahora que lo pienso la verdad no sé si lo que hizo fue quitárselo antes, no me di cuenta y no lo mencionó (a esa práctica de violencia sexual se le conoce también como Stealthing), cuando me di cuenta pa...

31, me acompañé

  Cada año en mi cumpleaños escribo un post en este blog, comparto reflexiones sobre el nuevo año de vida, los retos, las idas y venidas del nuevo año. Los 31 me trajeron una pausa creativa, un exceso de trabajo y una serie de fotos. Una semana después escribo estas líneas.   Lo importante de llegar a los 31 fue que nunca en 31 años había pasado ese día conmigo misma, acompañándome, abrazándome, festejándome. Cada año, buscaba la forma de reunir amistades y familia, en ocasiones amontonaba todo para ver a todo mundo, era un caos muy bien planeado. Este año, no lo quería. Decidí pasar el inicio de los 31 conmigo misma, si no estoy bien conmigo cómo estaré bien para mí y con las demás personas. Así he decidido vivir mi vida, conmigo misma, más allá de las amigas, de la compañía sexo afectiva, de la familia por decisión, las personas van y vienen, pero yo estaré conmigo misma siempre. No fue sencillo, ¿cómo que vas a pasar ese día sola? Me puse perfume, estrené un sac...

Soy, fui, ¿seré?, machista

  Primer acto: reconocer. Fui machista. Durante varios años lo he sido, ahora, me avergüenza, reconocerlo es importante porque me hace al menos, más honesta conmigo. En muchos espacios he dicho que también yo he sido (seguramente sigo siendo) machista, ahora más que machista creo que como mujer con privilegio ejercí opresión frente a otras mujeres. Adopté características masculinas de poder para competir con otras, para tener la aprobación y validación de quienes estando en el poder me decían que era la única mujer que aceptaban en su grupo. Y lo fui, lo fui por varios años y me sentía orgullosa de serlo. A las que llegaban las asustaba, las apartaba, y ejercía en ellas todo el poder que ellos ejercían en mí para demostrar que yo era la aceptada en el grupo. Reconocimiento era lo que quería, quería lo que ellos tenían, respeto, me negaba a ser vista como la mujercita. Me recuerdo así, de por sí ya tenían varios años usando el cabello corto, mi vestimenta era lo que po...

La carne asada con la abuela o como desde niña me dijeron que no comiera

  Este texto es la tarea que me dejó mi psicóloga. Es la primera vez que escribo el recorrido de varios años, kilos y dietas en un mismo texto. No ha sido-es fácil   La carne asada con la abuela paterna era un ritual que se realizaba una vez al año, recuerdo que era cerca del verano entre el día de la virgen del Carmen y el día del padre. La familia se reunía y siguiendo esas formas de organizarse, mis tíos se iban al asador y mi madre junto a las tías a la cocina a preparar lo que hacía falta. En el patio entre los árboles frutales mis primas, primos menores que yo jugábamos a las escondidas. Todo podía ser una estampa normal de una familia en domingo, pero llegaba la hora de comer. Mi madre nos acostumbró a comer todo lo que servía en nuestros platos, ella tomaba un plato para cada hija y servía los alimentos, cerciorando que comiéramos de todo un poco, nos sentaba en la mesa y comíamos, en casa todo se comía. Y en esa sencilla acción radicaba el inicio de...

Pedir ayuda, mi red

  Hace algunas semanas me preguntaron cómo le hacía para lograr organizar todo y hacer todo, la verdad es que podría lucir como una experta a la Marie Kondo de la organización del tiempo y decir unas cuantas palabras para lucir importante pero la verdad es que lo que soy se lo debo a mi red de apoyo. Yo soy yo porque tengo una red de apoyo que me salva, me apoya, me recuerda que debo comer, pero también se reparte conmigo las tareas domésticas, los proyectos y también hacemos circo, maroma y teatro para lograr acomodar agendas y tener autocuidado. No, no es fácil y también implica un montón herramientas y errores en el camino. Me he da cuenta de todas las personas que directa o indirectamente aportan a mi cuidado y también del enorme privilegio que implica poder tener esas redes, ya sea por los lazos y relaciones que se han ido construyendo con el tiempo, pero también el ingreso económico para poder pagar por otros servicios. Pero también implica dejarse ayudar, que difíc...

Nota roja y la violencia mediática en Aguascalientes

  La violencia no concluye después de la misma, continua, pero esta vez  desde otros portavoces, espacios, instituciones y personas, eso es revicitimización.   Hace mucho una mujer me contactó, su hija había sido violada. El proceso por el que pasaba no era para nada sencillo, pero una de las cosas que la tenían muy molesta es que se difundía en medios la información de la violación y peor aún la exageración de muchos medios quienes hacían juicios, opinaban sobre el caso. Revisé las notas que salieron en ese momento y no había información personal que pudiera identificar a la chica más allá de los datos generales pero la señora tenía razón, ¿bajó que argumento usamos la libertad de expresión para vulnerar los derechos de otras personas y en este caso –y muchos más- revicitimizar? Seguramente la nota roja o sección policiaca es una de las secciones con más audiencia en nuestro estado, basta darse cuenta que las dos estaciones de radio más escuchadas dedican un progra...

Me veo desnuda al espejo

  Hasta hace poco no podía verme desnuda frente al espejo, ya sé, subo fotos haciendo pole, lo sé. Pero hace años eso no era así. Hoy puedo verme de cuerpo completo frente al espejo, reconocerme, tocarme, quererme. En otros espacios y momentos he contado lo difícil que ha sido para mí la corporalidad y es que el mundo te grita que debes verte de cierta forma y esa forma “correcta, aceptable” de verme me seguía. Hace unos días me compartieron el texto de Cuerpo completo de Bárbara Hoyo Estoy agotada de exigirme ser más bella y menos derrotada. Estoy exhausta de pensar que mi cuerpo es tan desechable como una idea, un mal día o una mala decisión. Un viernes decidí quedarme en casa a ver una película y comer unas papas, esa noche no fui al gym –me encantan los viernes de gym, está sólo y puedo usar todos los aparatos- todavía horas antes de empezar el “viernes de películas” me cuestionaba si iba o no, solo un ratito me decía, voy una hora nomas al cardio –y luego a comer pa...