El glamur del acoso
La semana pasada en el texto Los
feminismos en el 2018 hablé sobre los
retos y los desafíos que vamos a enfrentar en el movimiento feminista este año,
inició con un fuerte discurso y los movimientos #MeToo y #TimesUp, y nos sorprendieron
con encabezados peyorativos como que la fiesta del cine y televisión fue opacada
por vestidos negros y los comentarios afortunados o no de un grupo de mujeres
francesas.
La carta
de las francesas, el discurso de Ophra, ha levantado una ola de críticas,
columnas y demás mensajes acerca del uso de la imagen mediática, del poder, de
las redes, del arte y demás medios para hacer visible un mensaje y apropiarse
de “los reflectores”, en México el debate entre Marta
Lamas y Catalina Ruiz.
Por un
momento, el feminismo se cimbró y reflejó su vigencia al tener posturas
opuestas y reflexiones tan distintas de un tema por demás sensible: el acoso
sexual.
El
Movimiento #MeToo está respondiendo a una necesidad urgente y oculta con lentejuela
por años, sí, detrás de este movimiento esta el poder de mujeres famosas que están
ocupando su fama para impulsar y posicionar, pero por primera vez se unen para
hacer frente. Qué maravilla, ¿no creen?.
Por
otro lado mujeres francesas nos hacen cosquillas criticando lo que podría ser un movimiento puritanista y la muerte a la seducción,
-esos mismos comentarios nos hicieron cuándo en Aguascalientes se promovieron
las modificaciones para la sanción del acoso callejero (a nivel municipal está por
concluir el plazo para adecuar el código)-.
El
grupo de mujeres francesas señala que “La
violación es un crimen. Pero la seducción insistente o
torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista”,
Catherine Deneuve publicó una respuesta explicando el por qué de la carta
y lo que quería decir:
No estoy en contra del coqueto o de la galantería, mucho
menos de la seducción, pero, justificar una agresión, violación y acoso a
partir del juego romántico no es y no debería de ser una excusa.
Catherine Deneuve señaló que es una mujer libre y esa misma libertad que tiene le permite decidir, concuerdo con ella, y por esa libertad nos critican: promover la falta de respeto y valores en la actualidad, cientos de veces lo hemos expuesto en los movimientos mexicanos, la victimización de mujeres víctimas de acoso o violación a partir de juzgar nuestra libertad “estaba ebria por eso la violaron”, “si no quieren que le digan nada que no use mini falda”.
Justificar el acoso de un
hombre por su galantería es justificar el machismo y peor aún es decirles a
todas las víctimas que ellas deben/debían soportar, disfrutar y permitir el
acoso por que el romance es primero y por qué todo príncipe azul tiene derecho
a ser galante aunque sea por encima de nuestro derecho a decidir. Probablemente
la diferencia cultural y social es parte de este debate, pero ninguna agresión debería
ser permitida.
El año pasado inicié con un
movimiento personal pidiendo a los hombres sobre todo si son desconocidos que
no me digan guapa ( #NoMeDigasHermosa
), este debate entre las diferentes perspectivas feministas me recordó la
reacción de algunos hombres quienes me cuestionaron por qué no me pueden decir
guapa o hermosa, la clave caballeros es el consentimiento y que en ese juego
absurdo del poder que creen tener sobre nuestras decisiones, cuerpo, voluntad y
etc, tenemos derechos y una voz.
Catherine, manifestó
otro punto de vista que me llamó mucho la atención, los movimientos feministas
en redes sociales como espacios de denuncia, estos espacios contrario a lo que
ella pueda creer son necesarios y muy importantes porque se ha encontrado en
las diferentes redes sociales un espacio para expresar lo que las autoridades y
los elementos de seguridad no han logrado hacer, por ejemplo la denuncia que se
hace el acoso en línea.
De las denuncias
en redes sociales tenernos movimientos muy importantes #MiPrimerAcoso,
#SiMeMatan, #24A, que ha logrado refrescar e incluir el debate feminista en los
espacios digitales como una invitación a no tener miedo, denunciar, alzar la
voz y no quedarse callada. Lo que falta es seguridad y privacidad para las que denuncian,
por ejemplo si van a publicar en algún medio su tweet, ocultar su nombre y foto
de perfil.
El acoso no
tienen nada de glamuroso, pero nos gusta seguir viendo el tema como una película
cuyo final debe ser feliz para los protagonistas, pero tampoco estamos matando
el arte de la seducción, solo estamos pidiendo que nos respeten y respeten
nuestro derecho a no condicionar nuestra vida, decisiones, trabajo, familia, por
tener que aceptar los toqueteos, el roce de su pene, las miradas lascivas de
hombres con poder.
Cada mujer es
libre de creer en el movimiento y las causas que quiera, pero también somos
libres a una vida sin violencia.
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