Esas ganas de etiquetar, 3er parte: Feminazi



Soy la feminazi, aquella a la que llaman bruja, loca, a la que sugieren hacer algo más importante con su tiempo, de la que creen que es un pasatiempo y que llegará el día en que siente cabeza y quiera un esposo, hijos, un perro y un bonsái.

El término feminazi fue popularizado por un hombre, Rush Limbaugh «una feminazi es una mujer que cree que lo más importante en la vida es asegurarse de que se practiquen tantos abortos como sea posible» Wikipedia

Somos esas a las que llaman lesbianas, machorras, a las que nos dicen que nos falta un hombre para mantenernos ocupadas, las que estamos en contra de la depilación, del color rosa, de usar maquillaje y queremos la destrucción de la familia y el predominio del género femenino.

Somos lo opuesto al machismo, las que no usamos sostén y no tenemos corazón, las asesinas de bebes y las que quieren pena de muerte para los hombres violadores, asesinos y pederastas, para nosotras ser madre es antinatural.

Sí, todo eso somos, todo eso se ha creado en el imaginario y colectivo de la sociedad, mucho –o la gran mayoría- motivado por el machismo que busca deslegitimar un movimiento social que desde su primera ola a hasta la fecha ha buscado el empoderamiento y apropiación de las mujeres –sí, mujeres por qué somo muchos tipos de mujeres-.

No sé si se nace con el chip, si al paso de los años una se contagia o se adoptan los lentes morados, yo solo sé que hoy en día me considero feminista.

Aún recuerdo mi primer debate como feminista fue en la secundaria, citaba los poemas de Sor Juana, fue en clase de Español, y argumentaba que los hombres no solo “debían de dar el chivo, sino tener responsabilidades”

Decirnos feminazi es un micromachismo disfrazado de chiste para caer bien, para hacer reír a la familia o amigos cuando alguien no comulga con ciertas ideas, así “bautizan” a la mujer que dice “no sean majaderos, respeten” o la que dice “ustedes también pueden ayudar a lavar” y no se diga a las que exigen derechos.
No, no soy exagerada y no todo lo quiero catalogar como micromachismo, pero burlarse y hacer la similitud de que un movimiento social es igual al nazismo no es gracioso, al contrario, es ofensivo, reírse de un movimiento como el feminismo, es reírse de años de lucha y de mujeres que han dado y dieron su vida por sus ideales y es por este tipo de burlas que no se cree en el feminismo.

Muchas veces se ha dicho que somos las mismas feministas las que logramos ese desprestigio, “son muy violentas”, “pueden hacer sus movimientos pero ser más suaves”, “vestirse decente”, esperen un segundo, dónde está el manual para ser feminista.

Feministas somos muchas, históricas, pasivas, igualitarias, radicales, lesbofeministas, transfeministas, y una larga lista, finalmente, no hay un solo tipo de mujer, somos muchas y por lo tanto cada una encuentra su causa.

Quién me va a decir ¿qué es y qué no es Ser feminista?, seguramente un hombre que espera que cumplamos con cierto rol.

Ser feminista no es una moda, claro que no, cuántas mujeres prefieren decir que están a favor de las causas de las mujeres pero que no son feministas, cuántas no prefieren decir que están a favor de sus derechos pero que no se consideran feministas, ¿por qué?, porque la palabra da miedo, decirse, sentirse y ser feminista no es un moda, al contrario, que no te escuchen decir “Soy feminista”.

y no, no es que queramos que los hombres sean convertidos en velas o lámparas, pero por años, ellos han gozado del poder.

Increíble, pero hoy en el 2016, la mujer que se dice feminista recibiría lo siguiente: se van a burlar, la van ignorar o la van a cuestionar si algún novio la trato mal.
 
No, no culpo a las mujeres que desconocen qué es ser feminista, nuestra lucha siempre se ha visto manchada por aquellas conductas que nos dice lo que sí y no está bien.

Si hablan con un discurso feminista pero, tienen miedo o no quien decir que son feministas, a ustedes las invito a que lo griten, a que lo digan: Yo soy feminista, feminismos son muchos pero la causa debe ser una “la mujer” y lo más importante, no estamos solas.

Es gracias a estos movimientos que nosotras hoy podemos votar, estudiar en un universidad, recibir un sueldo, optar por el matrimonio o ser soltera y etc. Exacto, todo eso lo lograron las que ustedes llaman feminazis.

Hoy más que nunca ocupamos de feministas y sororidad, de unirnos bajo un mismo grito para exigir que nos queremos vivas, para decir que queremos reconocimiento e igualdad laboral, derecho sobre nuestra cuerpa y sexualidad, hoy más que nunca necesitamos al feminismo, para lograr que más mujeres lleguen a puestos de poder sin ser víctimas de violencia política, ocupamos de mujeres preparadas y no de hombres queriendo el poder colocando a mujeres.

Sí, yo soy feminista!




Esas ganas de etiquetar, 1er parte: soltera





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