una taza de café y fotografias

Estoy sentada frente a mi computadora tratando de escribir algo completamente inspirador, afuera el cielo esta completamente cerrado y unas cuantas gotas de lluvia golpean mi ventana, busco mi sweater gris y bajo a la cocina por una taza de café o ya de perdido una taza de té.
Ha esta hora tendría que estar en la oficina, o ya de perdido preparándome para la universidad, pera ya huele a vacaciones, pedí permiso en la oficina para faltar por unos días, según yo para hacer y deshacer en casa.
Pero en esta ocasión la flojera es más grande que el deseo de hacer algo, tome el álbum de fotografías y paso cada hoja tratando de recordar, recordar…..
No se que fallara en mi, mi cabeza, mi corazón o el switch de borrar es muy efectivo, mi mamá dice que no recuerdo porque no quiero, pero la verdad no recuerdo, de la primaria son pocos los detalles que aun siguen allí, no se diga del kínder, secundaria es historia vieja, aunque de la prepa aun sigue allí ese recuerdo, hay cosas que si trato de olvidar, otras que aunque las trate se quedan para darme un consejo una enseñanza.
Son tantas las fotos que he conservado, montones de álbum y un montón más grande de fotos sin organizar, cumpleaños, graduaciones, amigos, lugares, las fotografías siempre me han parecido mágicas, en ellas se queda grabado lo mejor o lo peor de uno, ellas nos muestran ese tesoro y aunque no queramos nos recuerdan lo que una vez quisimos olvidar.
Regrese a sentarme frente a la computadora, solo a eso sentarme frente a ella, el reloj no avanzaba, sus manecillas se habían congelado, -tic, tac-, pero seguían sin moverse y mis recuerdos bailaban el can can en mi cabeza.