Aprendiendo de la manzana

Apenas celebramos el año nuevo y ya estamos rodeados de corazones, chocolates y el clamor en la sangre por la llegada de San Valentín.

Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender de Françoise Sagan, justo hemos llegado a la mitad del mes más empalagoso y romántico del año, bueno según eso dicen, porque sin hay una persona en especial y estamos rodeados de amigos queridos no se requiere de un día en el calendario para demostrar todo ese cariño.

Cada año esta fecha me pinta un panorama distinto, como es costumbre este me pinto uno que no pensaba celebrar, gracias a mi pequeña hermana que muy emocionada me puso a hacer su tarea, la cual consistía en adornar una manzana para su intercambio para el día de la amistad, vayan ustedes a imaginar que ahora con la fiebre de “alimentos nutritivos” regalarían manzanas en un día donde se esperan recibir chocolates, pero la inocencia de mi hermana era regalar algo a su amiga y la mejor parte el sábado 12 le hablo por teléfono una amiguita que se cambio de colegio, para ella fue su mejor regalo.

Cuando le pregunte si le gustaba la manzana, me dijo muy seria “es para mi amiga”, no le importo si era manzana o no, era un regalo.

Creo que muchas veces esperamos esta fecha para recibir algo y nos olvidamos de lo mágico que puede ser un “feliz día amigo mío”.

Debo decir que me quedo muy linda la manzanita cubierta de chocolate y adornada con lunetas, pero más allá de eso fue el regalo que me dio a mí, tener un amigo vale mucho.

Las manzanas son fuente de salud, y en esta ocasión me toco aprender de ella la fuente de una verdadera amistad.

En la frase: "un amigo verdadero", verdadero redunda.

Gracias amigos míos por estar aquí en las buenas, malas, pésimas pero también gracias por ser parte de las alegrías, sonrisas y todos esos bellos momentos.

¡Gracias amigos míos!

PD. Gracias a mi amigo Seichiro, a partir de mañana me podrán leer y escuchar en: http://www.dilo-pod.com/