Todas somos –hemos sido- Mariana

 

La semana se hizo viral un vídeo donde el senador Samuel le dice a Mariana que bajé la rodilla porque se  le ve mucho su pierna,  que se casó con ella para él.

Muchas personas tomaron esto como un chiste, como algo normal y una broma de esas que en México son muy comunes. Les tengo una noticia: no es broma se  llama violencia.

Seguramente tengo algún contacto o alguien que está leyendo este breve texto podrá pensar, que exageradas son, así se muestran amor, así  Samuel le expresa a Marina lo mucho que le importa, es una forma de pedirle que respete, que se respete  ella y un montón de pretextos, no importa cuántos y cuáles sean sus argumentos todo eso es violencia.

Les nombramos micromachismos pero los micromachismos no tienen nada de micro, con el tiempo se van haciendo más y más grandes.  Hoy empieza con comentarios, violencia psicológica, luego económica, física, feminicidio.

Por eso tenemos que hablar de este tipo de comentarios, casarte, ser hija, pareja, empleada note obliga a tener que cambiar, obedecer y adecuar quienes somos, que hacemos, que nos gusta, para complacer.

Y sobre todo el matrimonio no nos vuelve objeto.

Pero también les tengo un mensaje a las amigas, compañeras mujeres y feministas, dejemos de decir “Amiga date cuenta”,  decir amiga date cuenta revicitmiza a las mujeres y sobretodo las culpa a ellas de las actitudes de ellos. Ser mujer no nos hace menos vulnerables a recibir violencia y menos casarte.

Amiga no es que no sé de cuenta de la violencia, es que es tan normal, hablamos de poder, de acciones que son aprendidas, replicadas, una y otra vez.

No es nuestra culpa, las mujeres no andan casándose para esperar que en su casa, en la familia que se está formando también se viva violencia y quitando lo romántico un poco, ninguna mujer anda por la vida esperando recibir violencia. No, no es nuestra culpa por que además creemos que es amor.

Darnos cuenta que esas acciones y comportamientos son violencia es un proceso, para algunas toma poco, para otras años, menos amiga date cuenta más amiga aquí estoy cuando me necesites para escucharte sin juzgarte y apoyarte.

Y a Samuel y todos los hombres, no es necesario que sean feministas, tampoco usen el nombrarse feministas para aparentar que les interesa, tampoco deben de culpar -o burlarse- a las mujeres de ser un machista y violento, a ti como a todos los hombres les toca aprender, re aprender y dejar de ser violentos. Ser hombre cis género y no ser violento es posible pero requiere mucho trabajo personal y colectivo.

Nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestras decisiones no dependen del estado civil.