No me digas hermosa

 Llegué a la oficina y estaba él sentado frente al escritorio, me miró y me saludo con un “hola hermosa”, le dije que mi nombre es Angélica, el volvió a insistir
Yo volví a decirle que por favor no me dijera hermosa, tengo un nombre, y él volvió a insistir…

No es la primera vez que un hombre me dice “hermosa”, que usa ese calificativo para mi persona antes que mi nombre, antes me daba igual que se expresaran de mí con esa palabra, pero ¡Ya basta!

Y es simple, no me gusta que un desconocido quiera quedar bien intentando alagar mi belleza, que un desconocido le dé un valor a mi físico o que espere que devuelva el cumplido, que sonría o acepte el roce de sus manos, que me abrace, que lo salude de beso o que cualquier cosa que haga y que yo no acepte deba ser soportado por qué me dijo “hermosa”

Y es que el tema no queda solo en “hermosa”.
Nos dijeron que eso era tener educación.

De niña me dijeron que debía de aceptar que cualquier desconocido me abrazara, a los adultos debía sonreírles y saludarles de beso, ¿en serio?, me enseñaron que por ser mujer la educación, buenos modales y cortesía dependen de que acepte que alguien me toque sin mi consentimiento.

No estoy en contra de la galantería o de ser caballeroso (que finalmente es una vieja práctica machista muy arraigada), tampoco estoy matando el romance, vamos a hacer la diferencia:
Es muy distinto que mi hermano, primo, un amigo y hasta un compañero de muchos años del trabajo se exprese de mi como “querida”, “hermosa”, porque finalmente existe un lazo y una aceptación entre ambas partes (mi aceptación), contrario a que un desconocido SIN MÍ consentimiento se exprese de mi persona como “hermosa”, “chula”, “sexy”.

Un día llegue al gym, el entrenador me vio y me saludo con un “Hola chica sexy”Tenía muy poco de haber entrado a ese gimnasio, pedí mi cambio de entrenador.

Probablemente estén leyendo esta publicación y crean que exagero, por que a ustedes (amigas o compañeras) sí les gusta, y está bien, pero no a todas nos gusta.

No, no digo que no me gusten los halagos, pero nunca se los he pedido a un extraño, o alguien con el que mi trato es mínimo, profesional o solo nos vemos cada vez en cuanto, no, no les pedí su opinión y no ando por la vida con un cartel que diga “dime hermosa”.

Pero, por qué es una agresión:
-          Son valoraciones que hacen de nosotras sin nuestro consentimiento.
-          Cosifican, soy (somos) más que apariencia física.
-          Forma de control, tener que agradecer el cumplido no buscado.

Cuando me di cuenta de lo molesto que me resultaba que me dijeran “hermosa”, tomé el valor y le dije “no me digas hermosa, mi nombre es Angélica”, nunca van a esperar esa respuesta.
Para los machos alfa o progres que leen este texto y creen que estoy incitando a la violencia, les aseguro que no es mi intención, mi intención es que como los hombres tiene el valor para decirnos “hermosas”, nosotras también lo tengamos para pedirles que no se refieran a nosotras de esa manera, vamos a explicarles.

Merecemos respeto y tenemos un nombre, no somos un adjetivo, un calificativo, una valoración y mucho menos un objeto al que puedan describir a gusto.

Hoy las invito a que digamos “no me digas hermosa”.


Comentarios

  1. Si alguien te dice hermosa no es por que quiera lugarteniente, muchas veces es para romper el hielo, y en tu caso, si alguien te dice hermosa creeme, es una mentira piadosa, mírate en el espejo y compruebalo. NO ERES HEMROSA !!!
    Así que si alguien insiste en decirte así, sonriele porque es un gran ser humano que miente para hacerte sentir bien ;)
    Saludos HERMOSA !!!

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  2. Hola. Hoy me cansé de que mi novio pase la mitad de nuestra conversación diciéndome lo hermosa que soy, como si no hubiera nada más dentro de mí. Quería buscar una imagen donde resumiera mi sentir y di con tu blog. También tengo uno pero es más un diario jeje. En fin, tu post tiene mucho de cierto. Aquí en Latinoamérica el trato cariñoso con desconocidos es muy común. Desde la del mercado que te dice guapo/guapa hasta los acosadores callejeros que creen que al silbarte y lanzarte un asqueroso cumplido una se va a deshacer. Pero nos hemos acostumbrado, hasta a sonreír cuando nos piropean. Como si nos hicieran un favor, ¡hey! Tenemos espejos en casa.
    Pero ahí no queda todo. Incluso si la pareja/novio que tenemos no puedo decir más en una conversación que lo hermosas que somos, tampoco vale la pena. La belleza física se va a acabar y ¿qué? ¿Dejarán de amarnos? Yo ando un poco aburrida en serio. No necesito que reafirmen mi autoestima todos los días. Quería un novio, no un terapeuta.

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